Sencillez y cordialidad en el homenaje a D. Emilio Lojo

Con sencillez discurrió el homenaje que el pueblo de San Juan dedicó a  D. Emilio Lojo Aller.

D. Emilio,  antes de la Misa

La Misa fue en acción de gracias por los años vividos al frente de la comunidad de S. Juan. D. Emilio en su  homilía comentó  el Evangelio del día que versaba sobre la resurrección.

 También contó que había disfrutado  mucho en la labor pastoral de todos estos años y agradeció la colaboración que encontró  en los vecinos.

La coral actuando.

Al final de la Misa tomó la palabra D. Santiago Mella que estuvo muy cerca de D. Emilio todos estos años. Le dio las gracias por sus 26 años dedicados a la parroquia y destacó la construcción de la iglesia en poco tiempo, un año,  y que muchos no creían que fuera posible.

Dijo también que sus virtudes principales fueron la discreción y el amor a la Eucaristía y a la liturgia que fue un ejemplo para todos.

 Comentaba D. Santiago que a él le parecía que el Señor le decía a todos los fieles: tratadme como me trata él.

Al final le pidió  que siguiera encomendando a los feligreses de S. Juan, como ellos le prometían hacerlo por él.

Cantó la misa la coral de S. Juan y terminó  todo con unos “pinchos“  abundantes en las tres salas grandes del complejo.

D. Emilio fue nombrado Vicario Parroquial el año 1987 en julio. Luego fue Administrador parroquial el año 1992, y párroco en el año 2000.
 La Construcción de la iglesia  parroquial comenzó en 1994.

D.  Santiago Mella

D Antonio, antes de la Misa

Una de las salas a la hora de los pinchos