martes, 3 de febrero de 2015

San Blas, en la colegiata de Sar




Invitado por el párroco D. José Porto Buceta estuve en Sar celebrando una Misa en la fiesta de S. Blas. Era la  Misa de 9, pero ya hubo otra a las 8 y así a cada una de las horas. Siempre se llenan los bancos de la iglesia y algo más.

Como en todas las fiestas que se precien había venta de velas, estaba expuesta la imagen del santo y los devotos pasaban a su lado para pasarle por el manto las estampas o pañuelos. Algunos también se la pasaban por  el báculo y las manos. Luego besan esa cuasi reliquia y se iban tan contentos.

Al  final de la Misa se bendicen panecillos que luego los presentes cogen , con  mucha avidez,  y se los llevan como recuerdo del Santo y para que participen los que quedaron en casa sin venir.
Porto Buceta organizando todo

En el  gran atrio están instalados los puestos de los churros que eran varios y ofrecían su mercancía y las rosquilleiras que tenían montañas de  ricas rosquillas.

 Allí se encuentran conocidos y también  desconocidos como  haciendo una  hermosa familia que así es en  verdad y todos se saludan con alegría.

S. Blas, que fue obispo y mártir,  me dio oportunidad de hablar de nuestra relación con el propio obispo, el padre de la Diócesis. También del Sínodo que ahora está funcionando y precisamente sobre este tema de la relación con el  obispo.

La madre de Pablo, - joven sacerdote que está en la Coruña-,  estaba en la Misa y tuvo el detalle de invitarme a su casa a desayunar. Una bonita y bien arreglada casa antigua, son su patio y dedicada a pensión. Tiene tres gatos,  al menos,  y cada uno su nombre. Delante de mí llamó a uno por su nombre y se acercó, mientras los otros esperaban en lo alto de la escalera.
Las velas

Que S. Blas nos conceda la Paz como dice la oración de la Misa y una garganta que hable de las maravillas de Dios, ya que es abogado de la garganta.

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