Invitado por el párroco D. José Porto Buceta estuve en Sar
celebrando una Misa en la fiesta de S. Blas. Era la Misa de 9, pero ya hubo otra a las 8 y así a
cada una de las horas. Siempre se llenan los bancos de la iglesia y algo más.
Como en todas las fiestas que se precien había venta de
velas, estaba expuesta la imagen del santo y los devotos pasaban a su lado para
pasarle por el manto las estampas o pañuelos. Algunos también se la pasaban
por el báculo y las manos. Luego besan
esa cuasi reliquia y se iban tan contentos.
Al final de la Misa
se bendicen panecillos que luego los presentes cogen , con mucha avidez, y se los llevan como recuerdo del Santo y para
que participen los que quedaron en casa sin venir.
Porto Buceta organizando todo |
En el gran atrio están
instalados los puestos de los churros que eran varios y ofrecían su mercancía y
las rosquilleiras que tenían montañas de ricas rosquillas.
Allí se encuentran conocidos
y también desconocidos como haciendo una
hermosa familia que así es en
verdad y todos se saludan con alegría.
S. Blas, que fue obispo y mártir, me dio oportunidad de hablar de nuestra relación con
el propio obispo, el padre de la Diócesis. También del Sínodo que ahora está
funcionando y precisamente sobre este tema de la relación con el obispo.
Que S. Blas nos conceda la Paz como dice la oración de la Misa y una garganta que hable de las maravillas de Dios, ya que es abogado de la garganta.
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