Luis |
En esta parroquia seguimos con fidelidad el Misal Romano en
lo que a la liturgia se refiere, pero ponemos
de nuestra parte un poco de imaginación.
Las fotos son testigos de nuestras andanzas en los días de
esta semana.
Una de las cosas fue la decoración de la iglesia.
Quitamos los crespones morados de la cuaresma y preparamos el Jueves Santo. En las columnas pusimos unos adornos de espigas de trigo y uvas.
Luego el altar y retablo como suele hacerse en un día de fiesta.
Quitamos los crespones morados de la cuaresma y preparamos el Jueves Santo. En las columnas pusimos unos adornos de espigas de trigo y uvas.
Luego el altar y retablo como suele hacerse en un día de fiesta.
Además pusimos una mesita con un cordero hecho en una
dulcería y una jarra de vino y pan, enlazando el Antiguo testamento y el Nuevo,
para que entrara por los ojos.
Tadeus y Luís |
Buscamos en el monte una planta llamada brezo. Aquí en Galicia
se les llama “carrouchas”. Es muy
abundante en los montes y es muy decorativa. Es variada,
pero la que encontramos más, fue la morada. También buscamos “xestas”, la
retama con flores amarillas muy
brillantes, pero este año no habían florecido.
El seminarista Luis de Ecuador se encargó de cogerlas, a veces con bastantes dificultades y en medio de los tojos que tienen punzantes espinas.
El seminarista Luis de Ecuador se encargó de cogerlas, a veces con bastantes dificultades y en medio de los tojos que tienen punzantes espinas.
Con el brezo adornamos la cruz, una preciosa cruz grande de
la escuela de Gambino y que sacamos de su lugar habitual, en una pared, y la
pasamos a la nave central.
Allí era vista por todos y podía ser besada con facilidad. La dejamos toda la semana de pascual hasta el Domingo de la Misericordia, para que también la besaran los niños del catecismo.
Ellos se llevaron una ramita de brezo, cada uno, de recuerdo. También los mayores pasaron a hacer lo mismo.
Esta cruz estuvo en el encuentro que tuvo Kiko Argüello hace dos años, con los jóvenes. Estaba colocada en el escenario del multiusos de Sar, en Santiago.
Allí era vista por todos y podía ser besada con facilidad. La dejamos toda la semana de pascual hasta el Domingo de la Misericordia, para que también la besaran los niños del catecismo.
Ellos se llevaron una ramita de brezo, cada uno, de recuerdo. También los mayores pasaron a hacer lo mismo.
Esta cruz estuvo en el encuentro que tuvo Kiko Argüello hace dos años, con los jóvenes. Estaba colocada en el escenario del multiusos de Sar, en Santiago.
Aprovechamos la ceremonia del lavatorio de los pies para
vestir a doce niños de apóstoles con vistosas túnicas. A la hora de la paz, la
llevaron a los que estaban en la misa del Jueves Santo. También acompañaron al
Señor en la procesión al monumento.
Las niñas pidieron también actuar y lo hicieron de santas
mujeres, con sus trajes y algún símbolo que las identificaban.
El viernes santo al terminar la celebración tuvimos un solemne viacrucis
y me pidieron que para otro año lo hiciéramos por la calle.
Asi estaba la Cruz. Las flores somos nosotros fruto de esa Cruz |
El sábado santo fue de descanso y de excursión hasta la hora
de la Vigilia.
en el entorno del faro de Finisterre |
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