Terminada la exposición sobre la misericordia nos dedicamos
a devolver a sus dueños lo que nos
habían prestado. Parece de entrada que es una operación sin mayor importancia, pero también se
convierte esta acción en una misericordia de agradecimiento y de intercambio de
opiniones.
Primero fuimos al cottolengo de Santiago a devolver una bonita imagen de S. José Benito Cottolengo,
recientemente restaurada. Fue el día 17
cuando encontramos a la superiora del cottolengo de D. Jacinto Alegre, fundador español que hace los cottolengos de España.
Le explicamos las historias de la expo especialmente en
relación con S. José Benito y su obra de acogida a los que nadie quiere. El se inspiró
en algunas cosas de S. Vicente de Paul,
contemporáneo suyo y de alguna forma maestro.
La religiosa nos dijo que S. Vicente de Paul le decía S. José Benito: nosotros tenemos que pedir a Dios ayuda, pero vosotros no, pues así es vuestro carisma: vivir totalmente colgados de la providencia divina.
La religiosa nos dijo que S. Vicente de Paul le decía S. José Benito: nosotros tenemos que pedir a Dios ayuda, pero vosotros no, pues así es vuestro carisma: vivir totalmente colgados de la providencia divina.
Pregunté cuantas
religiosas eran y me dijo que 6 y, para las 6, le di a escoger unos papelitos con palabras, del Papa o de santos, sobre la misericordia. Es
como una providencia pequeña, a ver que
nos depara a cada uno.
También fuimos a Noya una población cercana a Santiago y
llevamos a las Trinitarias un estandarte y un cuadro. Nos recibió con amabilidad
la superiora y también le contamos los
comentarios que hacía la gente ante el estandarte con la Nave de la Iglesia y
el Papa al timón. Nos comentó que ellas también tenían parte en los frutos de la expo. Nos regaló
un poster de grandes dimensiones de Cristo, pintado por Santa Faustina. Como son 8 de
comunidad escogió 8 papelitos con las sentencias y le dimos una bendición.
Los pp. Somascos recibieron la imagen de S. Jerónimo y nos
contaron que están contentos porque ven crecer la comunidad. El P. Juan nos
pidió 8 papelitos para todos.
Al párroco de S. Miguel le
llevamos tres imágenes y el Palio. Dieron mucho juego estas imágenes para
explicar la misericordia y llamó mucho la atención el sagrario- pelícano. Para muchos
era algo que nunca habían visto.
Y ya, por último, las láminas de Malpica. Es lo primero que pido
cuando hago una exposición, pues me da
mucha tranquilidad, porque si no
encuentro otras cosas, la expo se podía
hacer toda con láminas. Estuvimos con el párroco D. Aquilino Fernández que nos atendió con toda cordialidad y escuchó
atento las historias de las visitas a la exposición.
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