Estoy preparándome para ir a Israel, que para los cristianos
es desde luego Tierra Santa porque allí caminó por sus caminos, Jesús, nuestro maestro y salvador.
Ya tengo el pasaporte que permite la entrada en ese país, ya
fui juntando las cosas para llevar: además de las cosas personales
imprescindibles, una guía de Tierra Santa, pues en esto me gusta ser como los
franceses que llevan todo estudiado y no pierden detalle. Ya empecé a leerla y
veo su utilidad.
También cogí la
Biblia. Es el país de la Biblia y tener a mano el libro para recordar
detalles creo que vendrá bien. Luego una
libreta de notas pues la memoria ya no
es lo que era. Y un montón de encargos especialmente de oraciones.
Ya tengo un buen amigo que me va a llevar al aeropuerto de Labacolla .
Escribí una nota a un
buen grupo de amigos, comunicándoles mi ida a Israel y a todos les ilusiona que rece por sus intenciones en aquellos
lugares.
Alguno me encargó
cosas concretas que espero poder
satisfacer. Una piedra, tierra, una casulla, un Shemá, rosarios...
Otros me hablaron de enfermos graves para que los encomendara y
luego tengo una larga lista de personas especialmente la familia y los feligreses de todas las
parroquias en las que estuve: Corcubión, San Clemente Papa y San Basilio en Roma,
Vimianzo, San Juan Apóstol que fui administrador parroquial por un año y, la
que tengo ahora, S.Cayetano, en donde llevo ya 46 años.
No me olvidaré ni de Finisterre en donde nací y
de San Julián de Sales en donde viví de niño y desde allí fui al seminario.
Pasados estos días, vendré el sábado 18 si Dios quiere, os
iré contando más cosas y experiencias.
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