Conversación informal en el atrio

Estaban en el atrio de la iglesia de S. Cayetano un grupo de personas en pequeñas tertulias. Fui saludando a varios según mi costumbre y a algunos les preguntaba que tal estaban.

Una joven que no conocía me contestó que estaban mal. Entonces le pregunté en donde vivía y me dijo que cerca de Guadalupe, una capilla de la parroquia. Le dije que rezara a la Virgen y que le pidiera ayuda. Su contestación fue: yo no creo en nada de eso.

No podía dejar ahí cortada la conversación y le dije que creer era muy interesante pues nos da  respuesta a esas grandes preguntas que alguna vez nos hacemos, de donde vengo, quien soy a donde voy y que hay después de la muerte. ¿hay o no hay otra vida?.

Esta persona joven en esa breve conversación me dijo que aquí terminaba todo con la muerte y que  nos convertiremos en  polvo. Me recordó lo que decimos el miércoles de ceniza, al  imponer la ceniza: acuérdate de que eres polvo y al polvo volverás. Volverá  el cuerpo, pero  ¿ y el espíritu?. Somos cuerpo y espíritu.

Quizá sea este el pensamiento de muchos coetáneos nuestros. Morimos y desaparecemos. No hay esa  vida eterna.

Luego me despedía y quedé pensando cual es la verdad sobre esto y  cual la mejor manera de explicarlo. Pienso que hay varias respuestas, y , si quieres saberlas, sigue leyendo.

1º.-el hombre no puede tener el mismo fin que un gusano que vemos por tierra y pisamos, acabando todo para él allí. Sin duda muchos no nos identificamos con ese final. Para el hombre tiene que existir algo más.

2º.-si no hubiese vida después de  la muerte, el hombre sería el ser más frustrado de la creación. El pato desea el agua y el agua existe, la planta la luz y la luz existe. El hombre desea  vivir para siempre y dese al felicidad y… la vida eterna  y la felicidad existen.

El purgatorio,una posibilidad.

3ºJesús, de quien nos fiamos por muchos motivos, habló con frecuencia de la Vida eterna después de la muerte. Por ejemplo cuando le dice al buen ladrón, que está muriendo en la cruz a su lado: hoy estarás conmigo en el paraíso. Hoy , es decir después de la muerte, hay paraíso para ti.

En otra ocasión le explica a un joven qué es lo que tiene que hacer para conseguir la vida eterna. La respuesta fue: guarda los mandamientos.

También explicó que no el que dice Señor, Señor entrará en el Reino de los cielos,  un Reino que nos es de este mundo como le dijo a Pilatos.

Todo el Evangelio tiene esa buena noticia: hay Dios, nos ama y un día le veremos.

4º.-hay muchos que tiene esa experiencia de Dios, su cercanía y su intervención en nuestras vidas. Hay que escucharles, y tener la puerta abierta.

5º.- hay una práctica en occidente de poner flores a los difuntos tanto el día que se mueren, en los tanatorios,  como en el mismo  cementerio. Esas flores se les ponen porque viven, en la Vida eterna. No se les pone al polvo o a un cuerpo sin vida.