La Santa Misa
Juan José Silvestre. Edit. rialp 2015
Es este un libro que a cualquier liturgista le hubiese gustado
escribir. Recorre toda la Santa Misa comentando todas las oraciones y ritos, y
les saca todo el partido que puede, desde la historia y las interpretaciones
más fundamentadas.
Creo que puede ser muy útil especialmente para los
sacerdotes, pues aparte de enseñar liturgia da muchas ideas para hacer moniciones
y no ser repetitivo diciendo siempre lo mismo.
Juan José Silvestre
fue alumno de liturgia del Pontificio Instituto S. Anselmo de Roma y ahora
es profesor de esta materia.
El prólogo lo hace el cardenal Sarah Prefecto de la
Congregación para el Culto. En ese prólogo
hace afirmaciones fuertes sobre la liturgia, como estas: Dios es y será siempre
la primera necesidad del hombre. Lo primero es la adoración y lo más importante
y no los cantos y ritos por bellos que sean. A través de la liturgia vemos a
Dios. La mejor catequesis de la Eucaristía es la Eucaristía bien celebrada.
El profesor Silvestre pone ya al principio de su libro, la necesidad de aprender a vivir la Misa y
para eso se requiere formación litúrgica y espiritual. Él mimo ya empieza dando
esa formación cuando propone: no adorar, sino
ser adoración, revestirse de los sentimientos de Cristo que se manifiestan
y comunican por medio de las palabras y gestos de la celebración. Así el fiel es transformado y con su transformación hay un inicio de
transformación del mundo.
Distingue entre la asistencia superficial a la Santa Misa y
una asistencia con ánimo de conversión. Esto ocurre cuando nos dejamos alcanzar
y transformar por el misterio de Cristo.
Pretende este libro adentrarnos en los misterios celebrados
y así apreciarlos mejor y captarlos con mayor intensidad. Para eso fue la
reforma del Concilio Vaticano II. La vida cotidiana debe ser una vida eucarística, de entrega y
amor a los hermanos. Quien sabe arrodillarse ante el Señor, también sabe
inclinarse ante el necesitado.
¿Qué pretende el autor de este libro? El mismo nos lo dice:
despertar el sentido del misterio, en donde el protagonista es Cristo. Ponerse
a la escucha dócil del Espíritu Santo que habla en la celebración. Entrar en diálogo
con la Ss. Trinidad. Ser auténticos alumnos de la escuela de la Eucaristía y
por último como consecuencia de todo esto,
convertir nuestro día en una Misa.
Luego analiza paso a paso toda la S .Misa, desde el silencio
en la sacristía mientras se prepara para la celebración, hasta la despedida al término de la S. Misa y
la invitación a los fieles a vivir según
la Eucaristía.
Hay que leerlo y tomar notas, pues tiene muchos detalles interesantes para
dar a conocer y vivir bien la liturgia
de la Misa.
Víctor M. Sánchez Lado
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