lunes, 26 de junio de 2017

El rostro.



El rostro mestizo de Santa María de Guadalupe es de una jovencita de gran belleza, en el se manifiesta ternura, compasión, misericordia, consuelo y amor; está inclinado en signo de humildad, como lo expresan los indígenas: “es importante esta mujer, porque se para frente al sol, pisa la luna y se viste con las estrellas, pero su rostro nos dice que hay alguien mayor que ella, porque esta inclinada en signo de respeto”.  Pero es sorprendente que dicha inclinación coincide con los mismos grados de inclinación de la tierra.  

En ella se identifican todas las razas y, al mismo tiempo, Ella ha tomado de nosotros su identidad como dice la tradición indígena de Zozocolco, Veracruz: “su rostro no es ni de ellos (los españoles) ni de nosotros (indígenas) sino de ambos”; por ello, se le llama con cariño la “Morenita”, Madre de todos los pueblos.

Su nariz recta y perfecta, su boca muy hermosa y bien proporcionada; en su labio inferior, por casualidad, cae un nudo de los hilos de la tilma, resaltando su belleza y su gracia. 

                                                                                          Seminarista
                                                                                         Federico Enyer Valiente Sandoval. 

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