A veces está en rojo pero no viene nadie y entonces me
viene al pensamiento y la duda: pasaré o no pasaré. ¿Hago caso a la norma como
buen ciudadano, aunque nadie me vea, o paso sin respetar la norma como hacen
los catalanes (algunos) con respecto a otras cosas?
Cuando veo el fallo en los demás apenas los disculpo, pero
cuando soy yo el protagonista, ya es otra cosa. A veces gana la norma y otras
me la salto miserablemente.
Hay un vecino que es
alemán y cuando, le propongo esto, me dice
que eso de pasar en rojo aunque
no haya nadie, en Alemania no se hace.
Y me pone este ejemplo. Si a las 2
de la madrugada en que no pasa ni un coche
y se ve a distancia por donde vienen, si el semáforo está en rojo, no se pasa y, si pasa alguien, puede oír un
reproche desde el tercer piso diciéndole que eso no se hace.
Me contaba un joven de el Salvador que los pasos de peatones
es en donde muere más gente de accidente en su tierra.
Nadie los respeta, ni el
conductor ni los peatones y así anda la
cosa.
Pues de esto tan sencillo se puede aprender que es mejor andar con la ley y todo irá mejor aunque se pierda algún minuto. Dura lex, sed lex, decían
los antiguos.
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