Pablo Tomé tuvo el acierto de exponer sus dibujos en una
expo sin grandes pretensiones, pero sugerente.
Los dibujos están colgados, o más bien pegados con sencillez,
en una pared de un centro cívico del Ensanche de Santiago, con la iluminación ambiente
y por donde entran y salen personas,
a pasar el rato o a charlar.
No son pinturas, ni fotos, sino dibujos al carboncillo. No siguen la línea
recta en muchos casos y recogen situaciones peculiares, pero se sabe lo que es
y se adivina el viento, la soledad, la luz, o la pobreza y también la
grandiosidad.
Vale la pena estudiar estos dibujos que recogen el instante
de la vida. Y hay que agradecer a Tomé este modo de comunicación que da pábulo a la imaginación.
nota:
Palo Tomé es arquitecto, trabaja en el Consorcio de Santigo y es profesor de dibujo.
Ha hecho muchas exposiciones de sus dibujos en distintas ocasiones.
Palo Tomé es arquitecto, trabaja en el Consorcio de Santigo y es profesor de dibujo.
Ha hecho muchas exposiciones de sus dibujos en distintas ocasiones.
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