Se puede aplicar a
muchas circunstancias, yo hoy se
lo aplico a las Primeras comuniones que se van repitiendo a lo largo del verano.
Hoy son dos niños, cuyos padres prepararon todo con mucho detalle especialmente lo relacionado con la Santa Misa.
La homilía fue ante la
presencia de un icono de Jesús con la Samaritana, al lado del pozo. La samaritana
era una pecadora pero al contacto con la Palabra de Dios y la santidad de Dios también
se transforma. Sus vestidos son semejantes a los de Jesús, rojo y azul. El rojo
es la divinidad y el azul la humanidad.
La samaritana a pesar de sus pecados se
hace más humana y también divina, de ahí el color de sus vestidos.
Pasa de ahí a nosotros es fácil , si tratamos y recibimos a
Jesús nos transformamos en Él.
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