Gran contraste y
admiración en la vida de este santo patrono de la Iglesia. De hijo descendiente
de la familia de David. El santo, rey y profeta, pasa a tener la condición de
carpintero de Nazaret.
Será signo de la mano de Dios que hace grandes maravillas
a través de instrumentos sencillos. No será la fama y el poder, sino la
obediencia y la santidad de José las que harán posible la salvación de Israel y
de la humanidad entera. Porque cuando se despertó, hizo lo que el ángel
del Señor le había mandado.
San Juan
Pablo II dijo
que “Al comienzo de su peregrinación en la fe, la fe de María se encuentra con
la fe de José. Si Isabel había dicho de la Madre del Redentor: Dichosa
tú que has creído, en cierto sentido se puede también atribuir esta
bienaventuranza a José, porque él respondió afirmativamente a la Palabra del
Señor cuando le fue anunciada en este momento decisivo. José...no respondió al
anuncio del ángel como María, pero él hizo lo que el ángel le había
dicho: llevársela como esposo. Lo cual es pura obediencia a
la fe”. (San Juan Pablo II, Redentoris Custos, nº 4. 15-08-1989)
Sigue
diciendo el Papa “que lo que hizo José le unió, de manera muy especial,
a la fe de María; aceptó como una verdad venida de Dios lo que élla había
aceptado ya en el momento de la anunciación. Así él llega a ser, de manera
singular, el depositario del misterio escondido desde los
siglos en Dios, de la misma manera que María lo es en este
momento decisivo, llamado por el apóstol Pablo la plenitud de los
tiempos”.
Y sigue
diciendo...que José es el primero en participar de
la fe de la Madre de Dios; y de sostener a su esposa en la fe de
la anunciación divina. Siendo el primero en la
peregrinación de la fe de María..; y de nuestra peregrinación de
Fe en la vida.
Recemos por lo
tanto a san José especialmente por las necesidades de
la Iglesia: especialmente del Papa, los Obispos y Sacerdotes (Vocaciones).
Si lo crees oportuno puedes acompañarme todos lo días con esta ORACIÓN, que a
mi me atrae especialmente porque la aprendí de niño en mi familia y también por
lo que dice y hoy tanto necesitamos.
ORACIÓN A SAN JOSÉ
A vos,
bienaventurado San José, acudimos en nuestra tribulación, y después de implorar
el auxilio de vuestra santísima Esposa, solicitamos también confiadamente
vuestro patrocinio. Por aquella caridad que con la Inmaculada Virgen María,
Madre de Dios, os tuvo unido, y por el paterno amor con que abrazasteis al Niño
Jesús, humildemente os suplicamos que volváis benigno los ojos a la herencia
que con su sangre adquirió Jesucristo, y con vuestro poder y auxilio socorráis
nuestras necesidades.
Proteged, ¡oh
providentísimo custodio de la divina familia!, a la escogida descendencia de
Jesucristo: apartad de nosotros toda mancha de error y corrupción, asistidnos
propicio desde el cielo, fortísimo libertador nuestro, en esta lucha con el
poder de las tinieblas;
y como en otro tiempo librasteis al Niño Jesús de
inminente peligro de su vida, así ahora defended la Iglesia santa de Dios de
las asechanzas de su enemigos y de toda adversidad, y a cada uno de nosotros
protegednos con vuestro patrocinio, para que, a ejemplo vuestro y sostenidos
por vuestro auxilio, podamos santamente vivir, piadosamente morir, y alcanzar
en los cielos la eterna bienaventuranza. Amén.
Los rasgos
que la liturgia destaca en esta solemnidad de san José son:
Oración
colecta:
Dios confía en san José.- Oración de las ofrendas: san José sirvió
al Hijo con amor de padre.- Prefacio: José fue el hombre justo,
fiel y prudente. Primera lectura (Samuel y Romanos): Sobre las figuras de David
y Abrahán (antecedentes históricos) y Evangelio: Nos habla sobre el hombre
bueno que sigue la voluntad de Dios.
Simón David
Castro Uzal sdavidcuzal@gmail.com
Simón David Castro Uzal sdavidcuzal@gmail.com
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