| vie., 16 oct. 23:54 (hace 10 horas) | |||
Misión
Una misión antendida por miembros del instituto misionero de la Consolata. Una comunidad formada por 2 italianos, un venezolano y un tanzano. Atienden un área de 28mil km cuadrados, casi la superficie de Galicia. Uno de ellos atiende la parroquia y los otros 3 se pasan la semana viajando de comunidad en comunidad para predicar, celebrar la eucaristía y administrar sacramentos.
Una misión antendida por miembros del instituto misionero de la Consolata. Una comunidad formada por 2 italianos, un venezolano y un tanzano. Atienden un área de 28mil km cuadrados, casi la superficie de Galicia. Uno de ellos atiende la parroquia y los otros 3 se pasan la semana viajando de comunidad en comunidad para predicar, celebrar la eucaristía y administrar sacramentos.
Los viajes suelen ser de una semana o dos, durmiendo en chabolas, comiendo de lo que hay. El área es tan extensa que hay sitios donde pueden llegar pocas veces en un año. A alguna de la zona, por lo difícil del acceso tienen que entrar en Zimbabue y desde allí acceder a Mozambique. Todoterreno, canoa, moto y piernas son los medios de transporte. Todo para anunciar a Jesús.
Desde hace dos años cuentan con el apoyo de una comunidad de Franciscanas Hospitalarias, todas naturales de Mozambique, para complementar su servicio de evangelización.
En su último capítulo provincial decidieron dejar todas las parroquias que atendían en las ciudades para dedicarse solo a la primera evangelización, donde no todos quieren llegar. Así su idea es fundar comunidades-parroquias, y una vez que estén en marcha dejarlas a otros e ir a fundar nuevas comunidades. Porque en Mozambique, como en tantas partes de África, todavía hay muchos territorios necesitados de primera evangelización.
He estado en dos ocasiones con ellos. En todo el tiempo que llevo yendo a Mozambique pocas veces me he encontrado tanta austeridad en el comer, el vestir e incluso en las moradas, que son casitas de barro que aquí llamaríamos directamente chabolas. También en pocos sitios he respirado tanto Evangelio y entrega a la evangelización.
Cayetano Chenel es un profesor en Cluny y va todos los años a Mozambique a ayudar en la misión.
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