El Dios escondido

 

adoración de los Magos

Hay un himno redactado por santo Tomas de Aquino que empieza diciendo, Te adoro con devoción Dios escondido… de esta adoración quería escribir.

Dio un ejemplo de adoración a Jesús en la eucaristía el papa Juan Pablo II cuando estuvo en Santiago. Le tenían preparado un reclinatorio y  delante una mesita,  en la capilla de la  comunión,  cerca del sagrario,  y cuando entró en la catedral,  le acercaron a ese lugar de oración.

 Se puso de rodillas y quedó como transportado en adoración. Tanto es así que  el sacerdote que le acompañaba le indició delicadamente  que tenían que seguir. Fue  un buen testimonio vivo de adoración. Todo lo demás no es importante.

En otra ocasión pasando por delante de la capilla de PASTORIZA en  Santiago, vi como la capilla estaba cerrada, pero delante de la puerta estaba una monja de rodillas y con los brazos en cruz, también, sin duda, adorando. Me hubiese  gustado  quitarle una foto, pero no me atreví. Pero me hizo pensar su descaro de fe en Jesús.

Hay  un folleto que contiene una entrevista a María Simma(1) a la que visitaron almas del Purgatorio. En esa entrevista le preguntan si en el purgatorio hay sacerdotes y ella contesta:

“Si, hay muchos. Son los que no han colaborado para que se tenga  respeto por la Eucaristía y entonces toda la fe sufre. También si se descuida la oración disminuye la fe. Sin embargo muchos sacerdotes han ido directamente al paraíso”.

Podemos vivir la adoración en detalles como guardar silencio en los templo, valorando una genuflexión  bien hecha, arrodillándose a la consagración de la Misa, dando gracias al terminar,  etc. Y esto aunque nadie lo haga.

El catecismo de la Iglesia Católica en el número 2097,  también habla de este tema tan importante.

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(1)

 Agata María Simma conocida como María Simma fue una religiosa y mística Católica, conocida por su don de recibir la visita de las almas del Purgatorio. ​