El día 28 de marzo de 2023, D Carlos, fue llamado a la Casa del Padre desde la Residencia Sacerdotal en donde vivía .
Nació en la Coruña el 8/11/1935, y se ordenó de sacerdote en la iglesia de S. Jorge de la Coruña el 12/8/1966.
Fue de los seminaristas que llamábamos bachilleres, pues vino al seminario terminado el bachillerato en la Coruña y empezó, ya en el seminario, con los estudios de la filosofía, dos años. La teología la hizo en Salamanca
Era conocido entre sus amigos como un hombre trabajador. De hecho la noche antes de morir, quizá semiinconsciente, le dijo al director de la Casa sacerdotal que lo visitaba, que había pasado toda la noche trabajando.
Ese trabajo le fue dado en parte por la diócesis y en otra parte, no pequeña, él se lo buscó sobre todo escribiendo libros y artículos para revistas, y también dando charlas o conferencias, pues le llamaban de Pontevedra o A Coruña desde diversas instancias.
En cuanto a su trabajo en la diócesis podemos enumerar lo siguiente: profesor del Seminario menor, Delegado de Ecumenismo, superior del Seminario mayor, profesor de teología del laicado, profesor de religión en la universidad, ecónomo de S. Pedro en donde trabajó para hacer una parroquia moderna según el Vaticano II. Director del centro de estudios Filosófico-Teológicos. Director del centro de estudios eclesiásticos (por 3 años) encargado de cátedra de teología pastoral y director del Centro de teología para seglares.
Sus trabajos de
escritor se pueden ver en internet y abarca la publicación de libros y artículos
en varias revistas. Se destaca por dar a conocer personajes eclesiásticos de la
historia compostelana. Uno de sus últimos libros fue la Vida de D.José Pérez Rajoán, que es muy conocido de todos los sacerdotes mayores.
Vivió en la Casa Sacerdotal y en los últimos meses fue decayendo en su salud, aunque bien atendido por los médicos y cuidadores.
Le gustaba estar con los compañeros de mesa que tuvo casi siempre, eso le ponía al día en lo que ocurría en el mundo y en Compostela.
Tuvo grandes amigos; alguno le llevaba en su coche a las conferencias que daba fuera de Santiago.
Pudo recibir, poco antes de morir, la Santa Unción de enfermos. La familia le visitó y estuvo cercana a todo lo que le ocurría. En el tanatorio había varios sobrinos y cuando estuve rezándole llegaron los hermanos de La Salle también a rezarle, agradecidos por las ayudas espirituales que les había dado en el colegio.
Que el Señor le premie su labor. Descanse en paz.
Víctor M. Sánchez Lado
Párroco de S . Cayetano
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