Todo este año hay una diaria peregrinación de gente joven y también de bastantes mayores, a Santiago. Algunos pasan este final de julio camino de la JMJ de Lisboa, haciendo parada y fonda en esta ciudad de Santiago.
Me gusta ver a los peregrinos. Vienen generalmente con un andar decidido, casi siempre en grupo y desbordando alegría.
Les gusta que se les hable y también hablar de su rica experiencia. Esta mañana encontré a dos jóvenes en una librería. Son de México y uno, al menos, estudia medicina. Estuve hablando con ellos y van a estar un tiempo breve en Santiago y luego a Lisboa. Rezumaban contento y fraternidad.
Ayer me enteré por un italiano que vive en Santiago, que viene un grupo de 2000 jóvenes desde Francia quizá desde Marsella, con su obispo al frente. Le pedían a este amigo italiano que les buscase un sitio para celebrar Misa. Estaba gestionando un campo de deportes de un colegio de la Ciudad. Es una buena noticia.
Hay peregrinos de dos caminos de Santiago que veo más: los del camino francés y los del camino inglés. Estos últimos pasan por delante de la iglesia de S. Cayetano y puedo hablar con ellos más.
Se les conoce enseguida. Me guasta verlos y les encomiendo. Pienso que las chicas tienen un buen modelo de peregrina que es la Virgen .
Ella recorrió gran parte de Palestina de norte a sur y me la imagino alegre, decidida, iba con prisa dice el Evangelio, seguramente mirando para su interior hablando con su Hijo concebido hacía pocos días, y seguro que vestida de un modo ejemplar y, aunque recogída , con ganas de hablar y de cantar quizá los salmos que toda israelita sabía de memoria.
También pienso en Carmen Hernández, cofundadora del Camino Neocatecumenal , cuyo proceso de beatificación está iniciado y que peregrinó a Jerusalén y toda Tierra santa sin prisas, y que también estuvo en Santiago en la JMJ del Monte del Gozo.
Los chicos también tienen grandes modelos de peregrinos,
empezando por los Reyes Magos que peregrinaron a Belén. De ellos hay bastantes
esculturas en Santiago.
Y luego pueden escoger a San Roque, que destacó por el cuidado a los apestados en el camino a Roma, S. Francisco de Asís , santo Domingo de Guzmán que vinieron a Santiago, y otros.
Ya para terminar, le pregunté hace poco a un joven si le había dado el abrazo al Apóstol y qué le había pedido. Me contestó que fue un abrazo con toda el alma y con todas sus ilusiones y esperanzas. Seguro que Santiago le ha escuchado y hará mucho por él.
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