Cuando llegamos encontramos bastante gente mirando los distintos paneles.
Tenía como novedoso los altavoces personales que había que ponerse debajo para oír las explicaciones de las imágenes, sin estorbar a nadie.
Todos los paneles tenían una explicación con su correspondiente vídeo, en todo caso breve.
maqueta del emplazamiento de Torreciudad |
Nos explicaron que la Virgen de Torreciudad, inicialmente, no era negra sino de madera blanca, pero luego con el tiempo se fue ennegreciendo. Ahora tiene en la mano una rosa roja recordando la rosa de Rialp que encontró en los bosques de Rialp, como una señal, San Josemaría, en su huida a Francia. Antes tenía una manzana.
Hay una hermosa maqueta de la montaña y de la presa con las edificaciones antiguas y modernas.
Dando explicaciones a los visitantes |
Eché de menos alguna foto de los Dolores y gozos de San José y del Viacrucis.
Han pasado tantos años que no pretendo que recuerdes la anécdota de un niño aldeano que era yo entonces: Habíamos estado de excursión con los niños de catequesis de San Julián en Lavacolla, viendo el aeropuerto. Y al volver a Santiago tú te reuniste con nosotros. Ya eras seminarista entonces. Recuerdo que estuvimos viendo el museo de la catedral en compañía de un seminarista amigo tuyo. Y que a mí luego me riñeron las catequistas por abandonar el grupo de excursionistas. Qué tiempo aquél y cuantas ilusiones. La memoria sigue siendo mi don y suplicio. Un saludo.
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