En Lourdes: encontrar la fe es más que encontrar el camino |
Recuerdo del sitio y de la persona perfectamente.
Me contestó como si
no entendiera nada de por dónde iba yo, y
me dijo ¿qué es lo que tengo que
convertir?
-
Me vino en seguida a la cabeza lo del Evangelio:
Tienes que convertir el agua en vino.
-
La verdad es que algo entendió pues está claro
que nuestra vida es agua, sin transcendencia y sin mayor fuerza en tantas actividades nuestras
y hay que convertirla en vino. Hay
que hacer que Dios les dé la fuerza de su amor, de su bendición. Que
sean vino bueno y sabroso.
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