Esta biografía tiene por subtítulo: La aventura de un matrimonio feliz. Fue Escrito por Antonio
Vázquez, también casado y amigo de la familia. Editorial Palabra.
Cuando terminé de leer este libro de la vida de este matrimonio, tenía lágrimas en los ojos y mucha emoción,
no sólo por el hermoso relato de la muerte de ambos, con pocos años de
diferencia, sino también por anécdotas llenas de tensión y enseñanzas espirituales.
Es un libro recomendable para todos, pero muy adecuado para casados
en este Año de la Familia. En él se pueden ver
multitud de sugerencias para la vida de cualquiera, pues es la vida
ordinaria, vivida pendiente de hacer la voluntad
de Dios. No son sugerencias para copiar literalmente, pero dan pistas para tener criterio a la hora
de actuar en diversas circunstancias.
Aunque el libro es largo (392 páginas), sin embargo mantiene
el interés hasta el final. Al terminar se tiene la sensación de que también el
lector ya es amigo de D. Tomás y Paquita
e incluso de sus hijos.. .y ya se puede acudir
a la intercesión de este
matrimonio pues han llevado una vida y
una muerte santas. Aunque el último y decisivo criterio, sea la palabra de la Iglesia.
La familia al completo |
El autor va alternando, a la par, las dos vidas que en realidad son una, la
aventura de la familia Alvira en la que también va unido lo natural y lo
sobrenatural.
Me interesó de un modo especial su capacidad de amar, de
cuidar las amistades, de cultivar un trato amable y servicial.
Contrasta bastante, en el momento actual, en que cada uno anda a lo suyo y apenas se
interesa por mirar a los demás. Decía un
testigo que “D. Tomás tardaba largo tiempo
en subir a su despacho porque antes tenía que saludarnos uno a uno y preguntarnos por nuestras cosas”. Hay
un capítulo titulado: Tener amigos y quererlos.
También dedica páginas a la vocación matrimonial inspirados
en las enseñanzas de S. Josemaría. Explica el autor, con hechos, como los cónyuges
se ayudan mutuamente para ser santos en la vida conyugal (Lumen Gentium). Dios con el matrimonio sale al encuentro de
los esposos cristianos que han de estar en un permanente estado de llamada.
En todo el libro hay numerosas “perlas”, como que la casa ha
de oler a hogar, que D. Tomás estudiaba a la gente en la presencia de Dios,
también a sus hijos. El hijo es un
tesoro en los brazos del padre o de la madre, o como las cosas pequeñas son un encuentro de amor (con Dios).
No falta desde luego la reflexión sobre la relación del matrimonio con sus 8 hijos. Fueron un
ejemplo de padres cercanos a sus hijos y,
al mismo tiempo, no posesivos.
Su tarea
consistió en potenciar la capacidad de cada hijo para que llegase a ser él
mismo.
Con su ejemplo de vida cristiana les transmitieron que para ser felices
hay que darse, pero tendrían ellos, los hijos, que poner en práctica esa lección cada uno a su modo.
Víctor Manuel Sánchez Lado
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