domingo, 27 de marzo de 2016

La fe en “imágenes”.





Soy Luis Palacios, seminarista ecuatoriano que realiza sus estudios en el Seminario Internacional Bidasoa (Pamplona). En el último verano mientras pasaba unos meses en mi país, mis superiores me encargaron dos tareas pastorales. Durante algunas semanas trabajaría en una parroquia de campo (área rural) y luego en una parroquia de la Amazonía de país.

Fue sin duda una experiencia maravillosa. Pero,  sin temor a equivocarme,  puedo decir que lo más hermoso que me traje de estas semanas fue la constatación de que la fe es accesible a todas las personas. Muchas de las personas con las que traté en estos lugares tenían escasa o ninguna formación religiosa. ¿Cómo poder explicarles los sacramentos, la gracia, la Trinidad o tantas otras cosas que eran necesarias para su vida cristiana?

Dios me ayudó, me hizo ver claro que la mejor forma de acercarles las verdades de fe era utilizar imágenes y figuras de la vida corriente. He aquí unos ejemplos:

*  Bautismo:
¿Por qué es tan importante el Bautismo? Porque el Bautismo es una PUERTA. Toda casa tiene una puerta principal por la que entran las personas que ahí viven. El Bautismo así es la puerta de ingreso a una CASA, que en este caso es la Iglesia. Y esta casa tiene un DUEÑO, Dios.

Así el podemos entender la importancia de este sacramento. Es la forma como Dios ha querido que vivamos con Él, que moremos en su casa que es la Iglesia. Así como en nuestros hogares vivimos con nuestra familia, así en esta “casa” nos hacemos familia de Dios: Hijos del Dios Padre, Hermanos de Dios Hijo, Templos de Dios Espíritu Santo.



*   El Espíritu Santo:
Decía arriba que el Bautismo nos hace Templos del Espíritu Santo ¿Cómo se puede entender esto? ¿Qué significa que la Tercera Persona de la Trinidad habite dentro de mí?

Pensamos en un COCHE. El coche para andar por las calles necesita COMBUSTIBLE. Para el “coche de nuestra alma” el combustible es el Espíritu Santo. Así como sin Gasoil un coche no puede andar, nosotros no podemos avanzar nunca en la vida espiritual si no contamos con el combustible que nos regala el Espíritu cada vez que lo tenemos dentro de nosotros.


¿Pero cómo hacemos para llenar el tanque de combustible, en definitiva, cómo hacemos para tener dentro de nosotros a Dios? Así como cuando queremos repostar buscamos una gasolinera para poner 50 o 60 euros de gasoil o diésel; así también tenemos que ir a la Iglesia (La casa de Dios) y buscar una “gasolinera llamada SACRAMENTOS” y pedir que nos den “50 o 60 de confesión o de eucaristía”. Solo con los sacramentos podemos llenar nuestro tanque y dejar que el Espíritu Santo viva dentro de nosotros.


*   Confesión:
Antes mencionaba la importancia de buscar los sacramentos para llenarnos del combustible del Espíritu Santo para dejar que Dios actúe en nuestra alma.

¿Cómo podemos explicar sencillamente la confesión? Bueno, imaginemos que el Rey Felipe nos invita a una audiencia privada con él. Estoy seguro que nosotros buscaríamos nuestro mejor traje, nos ducharíamos de la mejor manera, ni que hablar del peinado… en definitiva que trataremos de ir lo mejor presentados posible.

¿No se merece Cristo algo igual cuando nos invita diariamente no solo a tener una entrevista con él sino a comerlo en la Eucaristía? Y el “mejor traje” para recibirlo es un alma limpia. Y esto solo nos lo puede dar el sacramento de la confesión.


Si nos acercamos al sacerdote a confesar nuestras culpas y a recibir el perdón de Dios,  quedaremos vestidos de nuestro más elegante atuendo espiritual y seremos dignos de acercarnos a la Mesa del Rey de Reyes.

Como estos ejemplos utilicé muchos más. Espero que esto os sirva a vosotros al igual que me sirvió a mí para darme cuenta que debemos de buscar de diversas maneras posibles predicar el mensaje de salvación de Nuestro Señor Jesucristo. Porque la fe debe ser accesible para todos.


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