S. Cayetano es una parroquia del barrio de Santiago con 13.000 habitantes y
hacemos una Semana Santa con amor pero
sencilla, siguiendo los ritos de cada día sin añadidos especiales.
Este año me ayudaron , un sacerdote de El Salvador que se llama P.
Juan Francisco Cartagena y dos
seminaristas, Lucho Palacios y Enrique
Valle. Son alumnos del Bidasoa. Hay que decir que los seminaristas tienen un gran aprecio por la liturgia.
El domingo se llenó la iglesia de gente, incluso niños;
todos con sus ramos de olivos o palmas, incluso los bebés. También participaron las comunidades de
Neocatecumenales de la parroquia que le dieron, con sus cantos, un aire festivo
a la celebración.
No hubo procesión, pues
lo impidió el mal tiempo. Los sentimos, pues el
marketing de la parroquia es una buena procesión.
Ya luego nos dedicamos
a preparar el Jueves Santo y fuimos en búsqueda de flores para el retablo y
altar y para la cruz. No había flores silvestres pues viene retrasada la
primavera, pero encontramos la flor de la nabiza, una flor amarilla muy
decorativa, aunque, como abunda mucho, no se le da gran importancia.
El jueves y parte del viernes, estuvo la iglesia abierta para
las visitas. Fue bastante visitado el Señor. El altar aquedó desnudo, recordando el despojo de las ropas de Cristo. La
Misa fue cantada por los catecumenales
con guitarras, fue solemne. Mucha gente
y varios niños y niñas de apóstoles y
santas mujeres, que se les lavaron los
pies en recuerdo de la última Cena.
Hora santa con menos gente pero con piedad.
El Viernes Santo seguimos los ritos. La adoración de la Cruz
fue muy devota. Se acercaban los fieles con piedad a besar los pies del Cristo
y la mayoría le besaban los dos pies.
El sábado hicimos una pequeña excursión por las rías bajas. Paramos
en la parroquia del Carmen de Seijo, en Panjón y en Bayona. Comimos en el “Currunco mariñeiro” de Bayona. Muy típicoLlegamos de vuelta para la Vigilia Pascual. Mucha gente en
la celebración. Estaba muy atenta a las lecturas y participaron mucho
en la respuesta de los salmos. La paz la
dimos como en la iglesia ortodoxa y en general en Rusia: Cristo ha resucitado y se respondía: verdaderamente ha resucitado. El Jueves Santo nos dimos la paz
diciendo: amaos los unos a los otros
y se respondía, así sea.
Mesa representando la Cena pascual |
Una señora al terminar la Vigilia me dijo: sencillo pero muy bien. Hubo rosca de pascua de la casa Dulceysal, que estaba muy rica.
El domingo se llevaron de recuerdo las flores del Cristo en la Cruz, también se
vació la pila del agua bendita que muchos llevaron para casa en botellas y
desaparecieron las velas del Jueves Santo que llevan para las casas por
devoción.
En la foto, Lucho cogiendo flores para adornar el Cristo en la Cruz.
En la foto, Lucho cogiendo flores para adornar el Cristo en la Cruz.
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