miércoles, 1 de febrero de 2017

Tirar de los demás




En una conversación sobre quien debía avisar para un encuentro, una de las personas decía: hasta ahora tiraba yo del grupo y me preocupaba de avisar y preparar, pero ahora ya deseo que tiren de mi.

De alguna manera reconocía que se había cansado de tirar, de hacer de cabeza de grupo o de ser locomotora, y había comenzado a descansar en los demás.
Unos tiramos de otros. El ángel de Fátima tiraba de los niños videntes. Les decía: ¿qué hacéis?,  oren, oren mucho…ofrezcan constantemente  al Altísimo, oraciones y sacrificios.
Luego se animaban  unos otros. Lucia tiraba de los dos primos, pero a veces eran ellos los que tiraban de Lucia cuando esta entraba en alguna crisis.
También ayudaban a la gente a rezar. Les invitaban a  rezar o terzo y de rodillas,  en el lugar de las apariciones, Cova de Iria, o incluso en otros sitios como la cárcel de Vilanova de Ouren.

Los padres ayudan a los hijos y tantas veces son los hijos que, aun sin pretenderlo, ayudan a los padres. Y  qué decir de los buenos amigos que tanto nos ayudan cuando estamos inapetentes para  hacer algo de provecho y con ganas de recostarnos  tranquilamente en el sofá.
Cuando hay contradicciones tenemos la tendencia a tirar la toalla, pero porque Dios nos ama, en esa situación siempre aparece la ayuda de  una mano amiga enviada por Dios que Él sí que nunca nos abandona.
El papa Francisco nos anima y da ejemplo para tirar de los ateos y de los pecadores. Cuantos detalles en visitas , cartas,  llamadas telefónicas etc.

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