Preparando el sínodo de Obispos hubo unas jornadas
sacerdotales en Montecelo (Betanzos).
Merece destacarse la conferencia de D. Joan Costa. Sacerdote
catalán conocedor de la realidad de la
juventud.
Habló de la situación actual de los jóvenes y del modo de
ayudarles.
El profesor Joan
contó como los jóvenes, también sacerdotes jóvenes y demás situaciones de los jóvenes, tienen grandes fracasos humanos. Dio datos
concretos.
Ante esta situación afirmó que esto hay que arreglarlo, pues
la realidad es que estamos hechos para ser felices en una vida plena y lograda.
Puso como posible solución el amor compartido, puesto que
estamos hechos para el amor, pero hay que aprender a amar.
Dijo que hace vulnerables a los jóvenes:
1.-la vanidad, el
querer quedar bien o buscar que nos quieran.
2.-El amor propio
que es un amor de reclamaciones. Que el otro haga lo que yo quiero. Eso incapacita
para amar.
3.-la soberbia
que culpa a los demás de todos los males. Estar al lado de una persona así se
hace insoportable.
Esta falta de virtudes es bueno conocerla para corregir lo
que sea necesario.
Hay que pasar del amor de deseo, al amor de ágape y de amistad.
Este camino de unión de corazones, no hay que tomarlo como
una carga sino como un camino apasionadamente hermoso. Terminó diciendo que es
feliz el virtuoso que siempre busca lo
bueno y esto porque le da la gana y además le gusta. Esto tiene belleza y
nobleza.
El corazón se rehace
poniendo a Jesús en nuestra vida. Solos, no podemos.
También dio una bonita conferencia el matrimonio Masó y otra
D. Fulgencio Espa.
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