Un atrio del S. XVIII

Atrio de Guadalupe.

Guadalupe tiene un atrio del S. XVIII que cumple su función  de lugar de reunión  para antes y después de las celebraciones litúrgicas. 

Los atrios son patrimonio de la Ciudad que la embellecen y hacen más humana.

Los muros del atrio de Guadalupe,  siguen intactos excepto el muro  que da al oeste que fue modificado  hace no muchos años cambiando la piedra por una verja. Una lástima,  pues es un testigo que de alguna  forma desaparece.

De ese atrio se han contado historias como que ahí fue ajusticiado un señor a ser  ahorcado colgándolo de un árbol que cae con sus ramas dentro de dicho atrio. El caso es que  lo subieron a una mesa le ataron las manos y una soga al cuello. Cuando todo estaba a punto él pidió que lo pusieran mirando hacia la Virgen de la Capilla. Cuando le quitan la mesa de  debajo para dejarlo caer  y morir, las sogas se rompieron,  incluso se desataron las de las manos y con eso quedó salvado. Así lo contó un amigo de la historia  un día de fiesta  a los feligreses allí reunidos.

En ese atrio en concreto se prepara la imagen de la Virgen al inicio y final de las procesiones. Ahí también se reza el rosario en el mes de mayo al aire libre y a la sombra de los robles.

Varias iglesias, también modernas, quieren  tener estos atrios heredados de la arquitectura de Roma. 

Tiene atrio S. Cayetano, que es moderno,  San Silvestre, un bonito atrio bien conservado y Sar un atrio amplio y que incluso sirve para las rosquilleiras el dia de la fiesta o para aparcar en las bodas y días especiales. También  tiene un hermoso atrio  A Virxe da Fonte, con fuente y todo. etc.

Atrio amplio y moderno de S.Cayetano