Con motivo de esta entrañable fiesta de la Eucaristía
algunas historias eucarísticas.
Una sucedida ayer en la iglesia de S. Juan en Santiago.
Había unos 11 niños para confesarse con motivo de su
Primera comunión que será el domingo.
Llegó, pues, uno de los confesores y se acercó a los niños
como disfrutando de su alegría, y les
dijo,” vosotros no estáis
nerviosos, pero ¿sabéis quien lo está y mucho?”. Yo pensaba que íbamos a decir que lo estaban los padres pues a veces así es,
pero el sacerdote en cuestión les dijo,” quien
está muy
nervioso es Jesús, pues Él desde el sagrario estará pensando y ¿estos
niños me quieren de verdad?, ¡serán
fieles al paso de los años? ¿Seguirán viniendo a verme y recibirme?
Y así nos dejó viendo a un Jesús en el sagrario que esperaba
el gran día un poco nervioso y preocupado.
Otra historia la viví hace años en Toledo.
Era el mes
anterior a Corpus y ya estaba la ciudad engalanada con banderas de colores en
casas oficiales y en los balcones desde los más elegantes a los más humildes. Llamaba la atención, pues aun faltaban varias semanas para la
fiesta.
Fui a ver una
exposición y pude conversar, con
un guarda de seguridad, acerca de la fiesta y de la ciudad. Me dijo, ¿sabe usted
lo que es importante? Me callé para oír su teoría. Y me dijo, “ni
la custodia tan bonita, ni las autoridades, ni el Sr. Obispo, ni las calles
engalanadas y la multitud de flores. Lo
importante es la Hostia que va en la Custodia en donde va Jesucristo
vivo y oculto”.
Otra es una historia de ciclistas. Fue lo siguiente.
Estábamos ya con la procesión pasando de
una parte de la calle a la otra y
con el tráfico parado, y llega un grupo de unos 5 ciclistas jóvenes. Eran de
unos 16-18 años.
Pues ellos, al ver la procesión y al Santísimo bajo palio,
se arrimaron a un lado, pusieron las bicis junto a un árbol y todos se
arrodillaron mientras pasaba el grupo del Santísimo.
Fue un bonito ejemplo de
fe en gente joven. Les dio el sacerdote
una especial bendición aunque ellos no se enteraron, pero lo verán en el Cielo.
Hay otros muchos detalles e historias que son historias de
enamorados, como el llevar pétalos de flores para ir echando delante del
Santisimo, o las alfombras de flores
que un amigo mío dice que hay que llamarlas caminos de flores, o alfombras de
sal teñida de colores, o la costumbre en algunos sitios de dar a los niños de
Primera Comunión una flor para dársela a su madre en el momento de la paz etc.
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