Todos los días pasan los más variados peregrinos por esta parroquia del camino inglés. Está siempre
abierta a las mañanas y tenemos un voluntario que atiendo con gusto y
dedicación a los peregrinos.
Hoy nos llamó la atención a todos, un peregrino vestido de romano, llevaba casco
y cota. Bracae etc. Con mucho colorido como sacado de un libro.
Era de las islas Canarias y
entorno a él se había formado un grupo de peregrinos de Madrid, Italia, Alemania,
con bastante jolgorio.
Decía, el romano, que los primeros peregrinos tuvieron que ser romanos pues ellos hicieron los puentes romanos y diversas calzadas que recorrían toda España y que aún permanecen.
Decía, el romano, que los primeros peregrinos tuvieron que ser romanos pues ellos hicieron los puentes romanos y diversas calzadas que recorrían toda España y que aún permanecen.
Le vi como un peregrino sin complejos, que si eso lo aplica al apostolado con sus amigos no va a haber quien lo pare y será un gran apóstol.
Tal vez le sirvió de penitencia pues daba la impresión de
ser un poco incomodo ese atuendo.
A todos los peregrinos se les veía algo cansados, pero llenos de ilusión. Traían sus
credenciales que fueron convenientemente selladas por Paco, nuestro voluntario,
que les iba dando todo tipo de
explicaciones e instrucciones sobre la Ciudad, las misas en diversos idiomas y
el camino que les quedaba por recorrer.
El ambiente como es
habitual era de gran alegría y cuando les invité para la foto,
pronto se colocaron para tener este recuerdo.
Algunos visitaban la iglesia, otros fueron a escribir sus
peticiones a la Virgen de la paz que después
de ser presentadas a la Virgen serán archivadas. Quién sabe si algún día se
pueda hacer una tesis sobre lo que pide y desea la gente peregrina.
Un gran ambiente no sólo de fiesta sino de fraternidad: hablaban
diversas lenguas pero había comunión, la comunión de los santos.
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