Estaba estudiando a la noche y un mosquito me hizo dejar el
libro de estudio a un lado y empezar a escribir sobre la historia de un
mosquito.
Comenté con los compañeros de mesa que había visto una cosa
rara. Un mosquito ahogado, pero en agua. Es raro, porque al lado del vaso de
agua había uno de vino, y es sabido que los mosquitos son borrachines, tiran al
vino aunque tengan que dar la vida.
¿Cómo fue a parar al agua?
Mis compañeros se
pusieron a opinar. Uno dijo que se había
equivocado con el olor, le olió el vino
y se precipito en el primer vaso que encontró y resulta que era agua. Otro dijo
que no, que lo quería era tomarse un bañito en agua, pero algo falló y se ahogó.
Salieron también dos hipótesis más; un posible suicidio pues
es sabido que a veces este fenómeno se
ve en los animales o se supone, y, otra posibilidad, es que dicho mosquito
fuera fundamentalista y se empeñó en que el agua era vino y allí se precipitó
con la consecuencia de ahogarse..
A lo mejor si esto lo coge un científico, manda hacerle la autopsia y resulta otra teoría
para explicarnos esta sorpresa de la naturaleza. Veremos!
Ahora que lo estoy
pensando, igual es que también el mosquito
está afectado por el pecado original y “vio lo bueno y le pareció bien,
pero hizo lo malo”. Igual que ocurre en los
humanos. Pero este es un terreno en que creo voy a tener muchos detractores y
mejor es callar, pues es fácil que
alguien me acuse de tener una inteligencia de mosquito, o sea, nada.
Bueno, gracias por leerme, y vuelvo al estudio que gano más.
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