Pasaba por un lugar de la parroquia y un niño de unos 5 ó 6 años, que iba con su madre, dijo una palabrota, que yo no oí, pero la madre si oyó..
La madre aprovechó que yo pasaba y dijo en voz alta, eso está mal, verdad D. Víctor. Naturalmente lo decía para enseñar y dar una lección al niño.
Empecé a dar una respuesta, pero el niño se adelantó y enseguida dice: yo se lo oí a papá, y la madre también le responde, de papá has de imitar lo bueno , no lo malo.
Creo que fue una buena respuesta la de la madre pues dejó quedar bien al padre y al mismo tiempo dio un buen criterio a su hijo.
Suelo decir que la palabrota no es pecado ( la blasfemia , sí) pero si los padres no quieren que su hijo no la diga , si la dice es pecado de desobediencia.
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