Las carmelitas
se van. Ya hace tiempo que se viene diciendo, pero ya se sabe que marzo es el
mes. El día 9, sábado, van a tener una Misa de despedida del convento y de esta
ciudad de Santiago. Ya andan por ahí las invitaciones para ese acto, aunque la
iglesia estará abierta para todos los que quieran.
Los sacerdotes
les estamos muy agradecidos a la
comunidad, pues parte importante de su vocación
es rezar por la santidad de los sacerdotes.
En Santiago
ya desde seminaristas teníamos buenas relaciones con las religiosas y el
ejemplo de su vida entregada y dedicada a la oración nos ha ayudado.
Recuerdo que
cuando me ordené de sacerdote pude celebrar privadamente al día siguiente la
Santa Misa en la iglesia del Carmen. La Misa solemne sería al otro día en la parroquia
en donde vivían mis padres (S. Julián de Sales). Las religiosas, en aquella misa privada que
celebré en su iglesia me prepararon todo con cierto lujo. Me pusieron un cáliz
de plata de bastante peso que me pareció muy digno para el Señor. Pasado el
tiempo, si iba de nuevo al Carmen me volvían a poner aquel cáliz que sabían me
gustaba.
Todos los años
a mí, como a otros sacerdotes, a
comienzo de año me mandaban una tarjetita con la “capellana” que me iba a
encomendar todo el año. Todavía conservo las tres últimas en donde me
recomendaban la Presencia de Dios y el Espíritu de fe. A la vez indicaban el
nombre de la religiosa que me encomendaría ese año. Esas tres tarjetas ya las
conservo como reliquias.
Otras muchas
cosas tengo que agradecer, como el suministro de partículas para la Misa, la
ceniza para el miércoles de ceniza o el
haberme prestado la imagen de Santa Teresa para una exposición que hice en S. Cayetano,
hace años etc.
Ojalá haya
vocaciones para los distintos conventos tanto de carmelitas como otros, pues dan gloria a Dios y dan oxigeno espiritual
a los demás cristianos.
Hay una
canción que dice: Algo se muere en el
alma cuando un amigo se va. Nos quedamos un poco huérfanos con la ausencia de esta Ciudad de las carmelitas. Se
sabe que van a varios sitios de España incluso una va al Carmelo de Jerusalén.
Les deseamos que, donde quiera que les envíe la Providencia que allí florezcan y que sigan pidiendo por esta ciudad
y por la santidad de los sacerdotes. Muchas gracias, hermanas.