D.Enrique Fernández |
Hubo en Montecelo (S. Pantaleón das Viñas) unas jornadas de descanso y reflexión sacerdotal.
Destaco en estas Jornadas una cierta originalidad de planteamientos que rompe los esquemas conocidos.
Primero porque no fue un día seguido, sino una tarde con cena y dormida, el que quiso, y una mañana hasta después de comer.
La tarde del primer día también fue original pues hubo tres ponencias pero a base de testimonios y anécdotas. Estuvieron a cargo de D. Ángel Marzóa, párroco de Ponteareas, que insistió en la libertad de la persona y en el don de Dios que da cuando Él quiere. La segunda charla la dio D.Ángel Feijóo sobre su experiencia de Caritas y como rector del seminario de Ourense.
Para el mundo rural merece destacarse la bonita experiencia de D. Manuel Chouciño que tiene una Unidad pastoral cerca de Órdenes.
Nos dijo que pasó tiempo mentalizando a la gente de ser una unidad pastoral a la que puso el nombre no de una parroquia sino de una devoción común: nuestra Señora del Carmen que todos aceptaron con gusto.
Ha restaurado una casa rectoral que sirve de exposición y de lugar de reuniones, hizo una coral y viendo que en Galicia a la gente les gusta reunirse para merendar o comer, les dio clases de cocina y con frecuencia organiza meriendas para grupos y a continuación hay catequesis de adultos. ¿La Misa? “Es misa católica e igual para los niños”.
Benito Calahorra y Angel Marzoa |
Lo entendí como un intento de hacernos buenos instrumentos
en las manos de Dios, ayudados de experiencias civiles.
También D. Enrique se salió de los cauces de las clásicas conferencias, pues comenzó preguntando a los asistentes qué les preocupaba en su pastoral e iba anotando las respuestas en un tablero, luego fue comentando cada cosa.
Después preguntó adjetivos positivos y negativos que se aplican a las personas o colaboradores, que también comentó. Luego hizo otros juegos con la colaboración de los presentes de los cuales sacó enseñanzas.
Hizo hincapié en la importancia de generar confianza que se apoya en la verdad, la justicia y en el desarrollo, en el avance pastoral.
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