Con una comida en el hotel Congreso, celebramos, este domingo
día 17, el 49 aniversario de la
fundación de esta parroquia, siguiendo una tradición que viene desde las Bodas de Plata.
Es una fiesta por el grato ambiente que siempre ha habido,
por los cantos, la coral que canta a la hora del café, los discursos y las tertulias de amigos antes
y después de la comida.
Sentir la parroquia como una referencia, es un don de Dios. Aquí nacimos para Dios, le conocimos
en la catequesis, a muchos les espera para la boda y algún día para nacer para el Cielo.
Todos los domingos se reza por la parroquia, por los jóvenes y ancianos, por los feligreses
sanos y enfermos y por sus difuntos.
Todas las mañanas está
abierta varias horas para acoger a los peregrinos del camino inglés y
para que los que quieran, visiten al AMIGO. A las tardes, abierta para la Santa Misa, precedida del Rosario
indulgenciado con indulgencia plenaria por rezarlo en común en la iglesia.
El papa Juan XXIII la llamaba
La fuente del pueblo, adonde todos
acuden por agua y donde muchos se encuentran
y afianzan su amistad.
Un sacerdote que falleció hace poco decía que la parroquia es mi casa, allí están mis
grandes Amores, encuentro mis amigos y me siento querido y quiero a todos.
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