El Sr Arzobispo estuvo en la capilla de S. Silvestre,anejo de S. Cayetano, y bendijo un crucero restaurado, por invitación de los vecinos que le recibieron con alegría.
Me hizo ilusión el llevarle y traerle luego, pues era una bonita oportunidad para hablarle de esa comunidad. Le pude contar varias anécdotas con protagonistas de la zona.
Celebró la Santa misa con toda solemnidad: mitra y báculo. Habló con cercanía y pongo a continuación el resumen de su homilía que me hizo Cayetano Chenel:
De todo o que falou o señor bispo, eu resaltaría tres cousas:
- A importancia do domingo como día para Deus e día de reunión da comunidade, que somos fillos de Deus e irmáns entre nos.
- A importancia da comunidade, nenos, adolescentes, adultos, ancians. Distintas xeracións que conforman una mesma familia convivindo e aprendendo uns dos outros.
- O Cruceiro e a importancia que ten na parroquia como lembranza permanente de Xesús.
Daba gusto ver un buen grupo de niños de primera comunión y de confirmación en la primera fila de la capilla. Muchos de estos de confirmación, comulgaron en la Misa.
El presidente de la asociación de vecinos le habló al Sr. Arzobispo de la necesidad de mejorar la capilla y el muro del atrio para que toda la zona quede en armonía. El Sr Arzobispo nos animó a hablar con la comisión que hay para esos trabajos en la propia diócesis.
Al final, después de la bendición del crucero el Sr. Arzobispo se entretuvo con niños y mayores mereciendo destacar que saludó y bendijo a una señora de las Tres Aldeas, la más anciana de la parroquia, 99 años, que tenía en brazos a un biznieto de varios meses. Fue despedido con un fuerte aplauso.