Crucero a la entrada de Porto do Son |
Salí con prisa al encuentro con dos amigos. Íbamos a
celebrar la pascua y descansar un poco. La meta era Portosín y Porto do Son, hermosas villas marineras cerca de Santiago. La prisa
era para llegar puntual y no hacer esperar a mis amigos.
En esto me encuentro en la Quintana
con Juan, un andaluz, peregrino asentado en Santiago, que conozco
desde hace muchos años. Me para y quiere hablar. Le hago ver que llevo prisa y,
por eso, me dice:
En amigable conversación |
- “decía mi padre que, el Señor andaba dos pasos sobre un ladrillo”
Me gustó
la expresión, pero quería saber más.
- ¿?
- Pues quería decir que no había que tener prisa. Le
respondí: Yo no soy el Señor
- Pero tiene que imitarlo
-Bueno, Él es el Amo y yo soy el siervo
- Pero Él también dijo: ya no os llamo siervos
sino amigos.
el puerto |
Me respondió bien y trajo oportunamente la cita del
Evangelio. Al final, como era de esperar, me dijo que sólo tenía 10 céntimos
para comer. Yo le dije que le daría otros diez y aumentaba las posibilidades.
Luego le di unos e uros y se fue contento dejándome seguir mi camino, ya con varios minutos de retraso involuntario que me perdonaron mis amigos.
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