Unas catequistas de Valga organizaron a los jóvenes que se están preparando para la confirmación, para venir a Santiago y ganar el Jubileo de la Misericorida.
Se movió para organizar todo.
Vinieron a Santiago y visitaron la Catedral, vieron los tejados, luego tuvieron una explicación de las maravillas de esta catedral y además asistieron a una meditación y confesiones.
Al final todos se confesaron, los jóvenes y los padres. Es un ejemplo de como lo que dijo el Concilio de que toda la Iglesia es misionera y de que los laicos están llamados por Cristo para extender el Reino de Dios. Se confirma con este ejemplo.
Es de esperar que no todo quede ahí, en un fogonazo de entusiasmo, pues se trata de vivir una vida cristiana y de ser fermento en la sociedad que nos rodea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario