
No hubo tantos fieles como en otras ocasiones, pero había
entusiasmo y participación en oraciones y cantos. Quizá para otro año se podría
poner la Misa más tarde, como algunos pidieron.

Hubo varias ventanas
con banderas, la española y la gallega juntas. Los altares estaban preparados
con esmero y en la calle Otero Pedrayo, un buen trozo de calle , estaba adornado con flores de hortensias que
son muy decorativas.
Presidió la celebración el P. Juan Bermúdez, somasco, que
habló de la verdadera importancia de encontrar al Señor. Un megáfono llevado
por D. Víctor animaba a los cantos y a la oración.
Daban un gran ambiente los
distintos estandartes de las cofradías,
llevados por personas relacionadas con dicha cofradía o estandarte.
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en un portal de la C/Blanco Amor |
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