Fui al entierro de un compañero sacerdote y antes de la
ceremonia una hermana suya me pidió que
se cantara la salve a la Virgen en algún momento de la celebración.
Así se lo comuniqué al cantor. Pero iban pasando los
posibles momentos de la salve y no la cantaba. Luego fuimos al cementerio y allí,
cuando se terminaron las oraciones de despedida, finalmente el cantor entonó la Salve Regina que fue
secundada por muchas personas.
Me pareció un momento muy emocionante, cuando ya lo introducen en el sepulcro al difunto,
invocar a María, tenerla cerca, poner en sus manos al hermano que acaba de partir, es un gran
consuelo. Es como transportarnos al cielo y acompañarle en la entrada con todos los ángeles y santos.
Luego pensé que podía ser una buena idea para otras
ocasiones parecidas, pues la Virgen nos
traerá dulzura a un momento, de por si, amargo aunque para un cristiano sea la
entrada en la Casa del Padre.
Hay una persona, que todavía vive, que me pidió que en su
entierro se le cante la canción titulada: HOY HE VUELTO.
La primera estrofa es,
“cuantas veces siendo niño te recé
Con mis besos te
decía que te amaba
Poco a poco con el
tiempo
Olvidándome de ti
Por caminos que se
alejan me perdí” (bis)
Hoy he vuelto, Madre, a recordar
cuántas cosas dije ante tu altar
y al rezarte puedo comprender
que una Madre no se cansa de esperar(bis)
Hoy he vuelto, Madre, a recordar
cuántas cosas dije ante tu altar
y al rezarte puedo comprender
que una Madre no se cansa de esperar(bis)
También me contaron que el autor de "Nascosta Rosa", murió en centro Europa, y sus amigos, al
momento de ponerlo en la tumba, le
cantaron su canción, de verdad muy bella y que se encuentra en internet.
La primera estrofa
es esta:
Nascosta rosa,
io sento il tuo profumo divino,
che il cuore mi solleva e mi riposa
quando si fa più ripido il cammino.
La “ nascosa rosa”, es María que con la presencia de su perfume
divino, nos levanta el corazón cuando el camino se hace cuesta arriba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario