María Luisa Macías Yáñez y Camilo José Cobas Rios: Eran naturales de Cambados y Meaño de la provincia de
Pontevedra, pero se asentaron en Santiago los últimos años. Camilo falleció a los 89 años de edad el 17 de septiembre de 2019 y María
Luisa el día 13 del mismo mes y año, en distintos hospitales. Tenía 86 años
Guadalupe |
Estaban en el Camino Neocatecumenal en la primera comunidad
de Santiago que siempre apoyaron con su ejemplo y oración y de la que sentían
ayudados y queridos. Esta comunidad se reúne en la capilla de Guadalupe de esta parroquia de S.Cayetano.
Iban a todo lo que organizaba el Camino y se ayudaban
mutuamente a perseverar. También iban a su parroquia, en las que participaban en la Misa haciendo las lecturas o lo
que fuera necesario.
Su piedad no era externa, sino sólida. La de siempre de
Confesión sincera y frecuente y la
comunión amada, que es la que produjo
santos en todas las épocas de la historia. Fueron almas de Eucaristía y almas
de oración alimentada por la Palabra de Dios, la Biblia.
Llama la atención que, aun en este año, María Luisa asistió
al oficio de Laudes en la Capilla de Guadalupe tanto en adviento como en cuaresma y allí se presentaba a las 6 de la mañana sin
quejarse y sin darse importancia.
También llama la atención que María Luisa asistía a las
celebraciones arreglada de punta en blanco y siempre muy presentable. También
Camilo venía bien, quizá ayudado de su
esposa.
Su trato era amable también con personas conocidas por algún
motivo o vecinas. Oí comentar a varias
acerca de sus conversaciones y confidencias con María Luisa y del cariño que
sentían por ella.
Como enamorada que era, de Dios y de su familia, era amiga de cantar
en casa y no había quien la frenara. Su
canto era una oración.
Camilo era amigo de fumar, aunque le hacía daño, y al terminar las celebraciones salía
al atrio de Guadalupe a echarse un pitillito y a hablar con quien se
terciara.
Como cristianos consecuentes
que eran, pidieron en la
enfermedad la ayuda del sacerdote. Ahí cumplieron lo que dice el Espíritu Santo
en la carta de Santiago: “¿enferma alguno de vosotros?, llame a los presbíteros
de la Iglesia y que oren sobre él y le unjan con el oleo….el enfermo es el que
decide y pide, y así hicieron ambos y, ante eso, todo se allana.
La familia estuvo a su lado en
todo momento, unidos como una piña.
También la Comunidad estuvo presente en distintos momentos de un modo especial
en las misas y velatorio
Fueron un ejemplo buscando con alegría la voluntad de Dios y
creemos que en el Cielo serán poderosos intercesores. Yo al menos, los pongo en
la lista de mis intercesores.
Testimonio de José Luís (profesor):
Ella siempre fiel al Señor sobre todo en los tiempos fuertes levantándose muy temprano para rezarlos en Comunidad. Ella decía que la alegraba mucho rezar en comunidad y que lo más grande que ha tenido en la vida fueron los hijos. Siempre tenía palabra de ánimo para mí y sacaba las virtudes de los hijos, teniendo la esperanza del cambio para los que estaban más lejos del amor de Dios.
En casa cantaba constantemente y en la comunidad participaba activamente haciendo lecturas, preparando y haciendo ecos y moniciones. También era cariñosa con todos y cuidó y acompañó a su marido en todo. Espero que siga tan activa, porque ahí era donde residía su felicidad en dar su vida por servir a sus hijos y a su esposo. Descanse en Paz
Siempre juntos. Dios los había unido para toda la vida la presente y futura. Siempre enamorados a donde iba uno el otro lo seguía.
Siempre juntos. Dios los había unido para toda la vida la presente y futura. Siempre enamorados a donde iba uno el otro lo seguía.
Su despedida de nuestra comunidad fue el 14 de Julio que celebraban su aniversario. Habíamos estado de convivencia ese domingo y comimos con ellos. Al final le dimos una sorpresa y le habíamos encargado una tarta, le aplaudimos y le felicitamos por tantos años de fidelidad. Parecía que iba ser la última convivencia con nosotros y así fue, aunque los seguiremos teniendo presentes con nosotros.
Ellos pidiendo por sus hijos que se juntaran entre ellos, al final de su partida todos estaban juntos, por eso estaban contentos y descansaban en paz.
Mª Luísa cantaba cantos todos los días de todo tipo, pero principalmente de iglesia o del Camino, porque estaba feliz haciendo las cosas de casa y teniendo una jubilación activa y siempre pendiente de Camilo.
Que el Padre le tenga preparada una estancia para su goce y gloria.
Testimonio de varias amigas del matrimonio :
El Señor se ha llevado al cielo a Camilo y Maria Luisa. Matrimonio que vivió su fe en la parroquia de San Cayetano, en la realidad del Camino Neocatecumenal.
Sin hacernos, todavía, a la idea, ya los echamos en falta. Han sido, siempre, para todos nosotros, un signo de la fidelidad y de la perseverancia en su trato con el Señor.
La primera y última imagen :JUNTOS, siempre juntos, como una sola persona. Juntos en la vida y Dios quiso que también en la muerte. Apoyándose, respetándose, complementandose, viviendo fieles al sacramento del matrimonio. Dedicación y entrega absoluta del uno al otro, hasta el último suspiro.
Vocación al matrimonio, qué vocación tan hermosa, pero también que dura y complicada!
Ellos, lo sabían bien. Se mantuvieron siempre firmes a pesar de los sinsabores y sufrimientos que la vida les deparó. Nunca desfallecieron, nunca se dieron por vencidos porque su vida y su amor lo habían cimentado sobre roca firme, sobre Jesucristo;haciendo uso de las armas que la iglesia nos regala:la Eucaristía, la oración y su amor a la Virgen.
Ejemplo admirable. Espejo de matrimonio para los más jóvenes. Sí, puede haber un amor para todo la vida! Esto es una esperanzadora y muy buena noticia :el matrimonio, con Jesucristo, para toda la vida es posible.
Sí, el Señor se ha llevado al cielo a Camilo y Maria Luisa, pero no ha de ser motivo de tristeza, pues juntos, gozarán de la vida eterna e intercederan ante el Padre por todos nosotros.
Os echaremos de menos
Que el Padre le tenga preparada una estancia para su goce y gloria.
Testimonio de varias amigas del matrimonio :
El Señor se ha llevado al cielo a Camilo y Maria Luisa. Matrimonio que vivió su fe en la parroquia de San Cayetano, en la realidad del Camino Neocatecumenal.
Sin hacernos, todavía, a la idea, ya los echamos en falta. Han sido, siempre, para todos nosotros, un signo de la fidelidad y de la perseverancia en su trato con el Señor.
La primera y última imagen :JUNTOS, siempre juntos, como una sola persona. Juntos en la vida y Dios quiso que también en la muerte. Apoyándose, respetándose, complementandose, viviendo fieles al sacramento del matrimonio. Dedicación y entrega absoluta del uno al otro, hasta el último suspiro.
Vocación al matrimonio, qué vocación tan hermosa, pero también que dura y complicada!
Ellos, lo sabían bien. Se mantuvieron siempre firmes a pesar de los sinsabores y sufrimientos que la vida les deparó. Nunca desfallecieron, nunca se dieron por vencidos porque su vida y su amor lo habían cimentado sobre roca firme, sobre Jesucristo;haciendo uso de las armas que la iglesia nos regala:la Eucaristía, la oración y su amor a la Virgen.
Ejemplo admirable. Espejo de matrimonio para los más jóvenes. Sí, puede haber un amor para todo la vida! Esto es una esperanzadora y muy buena noticia :el matrimonio, con Jesucristo, para toda la vida es posible.
Sí, el Señor se ha llevado al cielo a Camilo y Maria Luisa, pero no ha de ser motivo de tristeza, pues juntos, gozarán de la vida eterna e intercederan ante el Padre por todos nosotros.
Os echaremos de menos
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