
Todo esto tiene también muchas expresiones externas.
La Eucaristía está presente en las constantes Misas que se
celebran durante el día, con esmero y cuidado, sobre todo las misas del peregrino a las 12 de
la mañana y a las 7,30 de la tarde. Son sin duda el centro de la catedral y la
fuerza salvadora de Cristo.

Después de la Eucaristía,
esta la presencia de María como en tantas iglesias. Hay diversas capillas dedicadas a advocaciones
marianas: la Virgen del Pilar, Virgen de Lourdes, de Fátima, Santa María de la
Corticela, la Inmaculada, una Inmaculada sobre el expositor, la Virgen de los Dolores,
una Virgen en el parteluz del Pórtico de la Gloria, la Virgen de la Misericordia
en alabastro propiciada por el obispo López de Mendoza que aparece pequeñito al pie de la imagen, etc
Otro personaje de la casa es el Apóstol Santiago que aquí simplemente
se le llama El Apóstol, como en Ávila a Santa Teresa se le llama, sin más, La Santa. Pues el principal testigo son sus
reliquias en la urna de plata que se conserva en la cripta, objeto de visitas
silenciosas de gente orante. Aquel lugar
recoge papeles con peticiones que luego se guardan o se queman.

A esas presencias que dan alma , se une la presencia de sus devotos
y peregrinos, de las monjas Auxiliares parroquiales que hacen una gran labor, al
cabildo, las mujeres de la limpieza, los vigilantes etc.
Todas estas personas dan también alma a este gran templo que
custodia las reliquias del apóstol Santiago, y que hace que los devotos se
encuentren a gusto e inspirados por la fuerza de estas presencias.
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