viernes, 24 de abril de 2020

El alma de la catedral



La catedral de Santiago tiene alma y se muestra en estos cuatro elementos: la  Presencia real Eucarística, las presencia de María en sus imágenes,  la presencia interna y externa de los recuerdos y reliquias del Apóstol  Santiago, y por los colaboradores que cuidan la marcha de la vida de la catedral.



Todo esto tiene también muchas expresiones externas.

La Eucaristía está presente en las constantes Misas que se celebran durante el día, con esmero y cuidado,  sobre todo las misas del peregrino a las 12 de la mañana y a las 7,30 de la tarde. Son sin duda el centro de la catedral y la fuerza salvadora de Cristo.

Este cuidado de Jesús  Eucaristía, se muestra en la capilla de la comunión en donde hay adoración diurna  en la que está siempre Jesús  acompañado por sus amigos.

 Después de la Eucaristía,  esta la presencia de María como en tantas iglesias. Hay  diversas capillas dedicadas a advocaciones marianas: la Virgen del Pilar, Virgen de Lourdes, de Fátima, Santa María de la Corticela, la Inmaculada, una Inmaculada sobre el expositor, la Virgen de los Dolores, una Virgen en el parteluz del Pórtico de la Gloria, la Virgen de la Misericordia en alabastro propiciada por el obispo López de Mendoza que aparece  pequeñito al pie de la imagen, etc


Otro personaje de la casa es el Apóstol Santiago que aquí simplemente se le llama El Apóstol, como en Ávila a Santa Teresa se le llama, sin más,  La Santa. Pues el principal testigo son sus reliquias en la urna de plata que se conserva en la cripta, objeto de visitas silenciosas de gente orante. Aquel lugar  recoge papeles con peticiones que luego  se guardan o se queman. 

 Las  imágenes del Apóstol son innumerables. En el  exterior en la fachada del Obradoiro con sus discípulos y en la Puerta santa lo mismo. Y ya en el interior  está en el Pórtico de la Gloria como el amo de la casa dando la  bienvenida a los peregrinos. Y no hay que olvidar la que está en la capilla mayor que es objeto de los abrazos de  los  devotos. Y otras.

A esas presencias que dan alma , se une la presencia de sus devotos y peregrinos, de las monjas Auxiliares parroquiales que hacen una gran labor, al cabildo, las mujeres de la limpieza, los vigilantes etc.

Todas estas personas dan también alma a este gran templo que custodia las reliquias del apóstol Santiago, y que hace que los devotos se encuentren a gusto e inspirados por la fuerza de estas presencias.

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