Iglesia de la Sangre derramada |
Llegué a Rusia en junio, me encontré con las Noches
Blancas, esto es mágico, porque el sol no se pone y su luz alumbra las madrugadas.
San Petersburgo es la ciudad de los palacios, de castillos y las fortalezas, que están iluminados durante el día y la noche y muchos jardines emblemáticos.
San Petersburgo es la ciudad de los palacios, de castillos y las fortalezas, que están iluminados durante el día y la noche y muchos jardines emblemáticos.
Cuando
llegué a San Petersburgo lo primero que me llamo la atención y me gustó
muchísimo fueron las cúpulas doradas coronadas con la cruz; tienen la forma de
una “cebolla”. Y son muy características de las iglesias rusas.
Algunas iglesias tenían muchas cúpulas y por curiosidad pregunté a un sacerdote católico por el número de las cúpulas de las iglesias y me dijo: que el número de cúpulas de una iglesia tienen significados, por ejemplo una cúpula simboliza a Cristo; dos representan las dos naturalezas del Hijo de Dios; tres, la Santísima Trinidad, etc.
Algunas iglesias tenían muchas cúpulas y por curiosidad pregunté a un sacerdote católico por el número de las cúpulas de las iglesias y me dijo: que el número de cúpulas de una iglesia tienen significados, por ejemplo una cúpula simboliza a Cristo; dos representan las dos naturalezas del Hijo de Dios; tres, la Santísima Trinidad, etc.
Allí
se vive de una manera extraordinaria el ecumenismo con los ortodoxos; un día un
sacerdote ortodoxo nos invitó a la misa ortodoxa en San Petersburgo, en la
Iglesia que está ubicado en Puskhin, pues tuvimos la suerte de estar dentro del
iconostasio.
El iconostasio es
una pared que está entre la nave y el santuario, cubierta de iconos. En el
iconostasio hay tres puertas, la más importante y, la que está en él, se llama
“la puerta del zar”. Que a través de ella puede pasar sólo el sacerdote durante
la misa.
Y dentro la iglesia también me impresionó muchísimo la piedad
ortodoxa, o sea, la veneración de los iconos; las imágenes de Cristo, de la
Virgen y los santos.
Ya al entrar en un templo ortodoxo se percibe la presencia abundante de iconos, tanto en las paredes como en el iconostasio.
En la puerta están pintados los cuatro evangelistas y la Anunciación,
y encima de la puerta se representa la Última Cena. Hay otras dos puertas
laterales, en las que están pintados los arcángeles, las usan diáconos y otros
clérigos.
Celebración de la Eucaristía |
Ya al entrar en un templo ortodoxo se percibe la presencia abundante de iconos, tanto en las paredes como en el iconostasio.
Noches Blancas |
Inar Francisco Cabrera Maquera.
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