Tolkien Es especialmente conocido por su libro El señor de
los anillos, del que se hicieron diez millones de Tolkiencopias en todo el mundo.
Yo me encontré con él gracias a una biografía hecha por
Paulino Arguijo, que cuenta su vida con mucho detalle.
He aprendido de él varias cosas:
Primero, su fidelidad
a la amistad que fue para él fuente de inspiración poética y criterio en muchos
casos para comprobar la importancia de sus escritos. El de por si era un hombre cordial, de una amabilidad que, con el paso de los años, se fue extendiendo no
sólo a la familia y sus amigos, sino a cuantos de una forma u otra se encontraba con él , el taxista que le llevaba a casa, el policía que vigilaba su calle o el criado
del College
Fue muy amigo de
Lewis y cuando este murió sintió un gran vacío, le pareció que era como un
árbol al que le iban cayendo poco a poco las hojas pero la muerte de su amigo
fue como un hachazo en la raíces.
Con sus amigos era divertido si hacía falta se disfrazaba y
trataba de darles alegrías en especiales ocasiones. Jamás pudo imaginar felicidad
mayor, después de su familia, que un
grupo de amigos.
En segundo lugar fue fiel a la fe. Lo continuos cambios de domicilio
fueron en muchas ocasiones provocados por buscar la cercanía a una iglesia
católica. O por estar cerca de su mujer cuando ya se había casado y no querían
estar separados. Era amigo de la misa diaria y de la confesión frecuente. Uno de
sus hijos terminó siendo sacerdote y a los otros los educó en la fe cristiana.
Le gustaba el jardín, las plantas, miraba mucho a los
árboles. Era un experto jardinero que pasaba largas horas complacido removiendo
la tierra para sembrar las hortalizas, podando los árboles que trataba con una familiaridad casi
franciscana y regando las rosas.
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