Mauricio es un chico que viene por S. Cayetano algunas veces y viene a pedir una ayuda. En ocasiones tiene la barba larga, una barba espesa y
negra y otras viene perfectamente afeitado. De él hablé en otra ocasión en este
mismo blog.
Acepta con agrado un detalle de afecto. Lo valora. Pero hoy, quizá por el ambiente de
fraternidad que crea la Navidad, me pidió
un abrazo. Le di un abrazo y, mientras, me decía que aquí la gente le quería
y le miraba bien.
Él se hace querer porque es humilde y educado.
Le recordé que yo trataba de imitar a los santos que en los
pobres veían a Jesús y que abrazándole
a él abrazaba a Jesús. Cuando lo oyó se quedó pensando y asimilando lo que le
decía.
Hace un poco que vino también
por aquí Loren. Es fotogénico según el mismo afirma.
Me contó que está esperando la cena de la Nochebuena que da una
familia de clase media alta de Santiago a los pobres.
Loren |
Es una cena , me dijo, con abundante marisco, pescado y
carne y toda clase de postres de Navidad.
Loren es también un chico joven, que
le gusta la conversación y es sensible al trato amable. Quedó en rezar por mí,
pues así se lo he pedido porque la oración de los pobres llega al cielo.
Anda buscando trabajo y desde luego le deseo que lo encuentre pronto.
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