He visto en los entierros en los cementerios, distintos modos de comportarse y despedirse del difunto. Pero esta ha sido la primera vez que vi que la despedida era con una sonrisa.
Se trataba de la esposa del difunto, quien con amor se acercó a su difunto marido, le llevó una rosa blanca y le despidió con una sonrisa. Su mirada era de cariño y como de ánimo, como diciendo, pronto nos veremos.
Luego se retiró para dejar a los enterradores hacer su trabajo.
Pienso que debía ser la manera como le recibía y despedía habitualmente en su casa. Ahora emprendía un viaje a la casa del Cielo y allí de nuevo se verían , ciertamente con más amor.
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