El 16 de ese mes se cumple el 5º centenario del voto de Santiago
a San Roque y se inaugura el año jubilar, concedido por el Papa a eta capilla,
que durará hasta el 16 de agosto de
2018.
Presidió la celebración el Sr. Arzobispo acompañado por 10
sacerdotes y dos seminaristas. La capilla estaba llena de fieles y también
asistieron autoridades de la ciudad.
El canciller de la diócesis leyó la bula del Papa en la que
concede el Año Jubilar , con las condiciones necesarias para obtener la
indulgencia plenaria.
El Sr. Arzobispo en la homilía, mostró su deseo de que
Santiago sea como la ciudad construida en lo alto, o sea que la santidad de los
fieles de Santiago sea un punto de referencia que llegue lejos.
Fue muy emotivo al término de la celebración el canto del
himno a San Roque en el que se repite: líbranos de peste y males, Roque Santo y peregrino,
que muchos hemos oído de niños y que ahora sigue siendo actual.
La procesión fue muy alegre, banda de cornetas y tambores,
muchos estandartes de distintas cofradías y
gente mirando el paso de la imagen. Una fiesta y una oración.
La imagen de S. Roque ( 1746, José Gambino) fue portada por verdaderos profesionales,
bien entrenados, que conducían al santo
con ritmo.
Frente a la imagen de la Virgen del convento del Carmen, se
volvieron hacia la Virgen e inclinaron la imagen de S. Roque ante ella y lo mismo hicieron cerca de la catedral con respecto a Santiago.
Llegando ya a la capilla, cogieron un ritmo lento como disfrutando de la expectación
y de la música, y es la primera vez que
veo que dan marcha atrás en dos momentos, sin inmutarse,
volviendo luego al camino y recuperando lo atrasado.
El Sr. Arzobispo dio la bendición a todos en la calle y así
terminó la procesión.
Ahora tenemos un año para tratar de convertirnos a Dios con la
ayuda del joven S. Roque, nuestro santo
protector.
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