viernes, 2 de febrero de 2018

LA SANTA MISA





     Me aburro en la Santa Misa. Estoy cansado de toda la semana, el domingo tengo que dormir por la mañana y luego salir con la familia por la tarde. No me dice nada; entro y salgo como he entrado. Es un rollo, es decir no entiendo nada; no voy a estar a una cosa que no entiendo. Por otro lado los que van a la Santa Misa son los peores. El cura es un pesado...Estas son las quejas y los motivos más frecuentes de muchas personas que siendo cristianas no practican la Santa Misa.
¿Creen? Probablemente sí, pero su convencimiento y sus experiencias de la Santa Misa no le dan el impulso suficiente para que aprecien ese gran don de Dios y la aprovech­en.
     Se plantean bastantes cuestiones ¿quieres que las veamos juntos?  Si tu respuesta es SI, sigue leyendo.

1.   ¿Por qué vamos a Santa Misa? - De entrada, vamos porque Alguien nos llama. Allí están los llamados. Y nos llama quien nos conoce y porque le interesamos. No digas que cuando vas es porque  te gusta o porque alguien te dice que vayas, porque ese gusto te lo ha puesto Dios y si alguien te dice que vayas también es porque lo ha querido Dios, e incluso que tú decidas ir, es cosa tuya pero también tiene parte Dios. Dios interviene mucho antes de que estés en la Iglesia para oír la Santa Misa.


2.   ¿Para qué nos llama? Lo mismo que Dios llamó a Moisés   a que subiera a la cumbre del Monte Sinaí para darle órdenes concretas, también  nos llama a nosotros a la Santa Misa para comu­nicarnos mandatos concretos y personales, el cielo está abierto para nosotros. Por eso hay que ir a Santa Misa en clave de escucha. Cuando estamos ante el Señor ya hemos entrado en los planes de Otro, hemos dejado nuestros planes y estamos pendientes de Otro que hablará por medio de mediaciones. Esa sintonía con esos planes la creará el Espíritu Santo. Las lecturas que son la ocasión más importante de esa escucha se pueden vivir como una simple información que no compromete o como una com­unicación, una orden.

3.   ¿Me aburro? -En una ocasión estaba un grupo de jóvenes limpiando a fondo la iglesia, y en momento dado uno o una que dirigía la "operación", dio un grito y dijo ¿Alguno se aburre ?.
 Eso lo decía con el ánimo de darle a ese aburrido algo que hacer, pues estaba convencida que si uno se aburría era porque estaba ocioso.
     En la Santa Misa, si no quieres aburrirte hay que vivirla, hay que participar; no esperes encontrarte a gusto si estás ocioso esperando a que pase el tiempo.
     Las palabras no han de ser solo palabras: Han de ser realidades. Con la ayuda del Espíritu,
" hermano"  no será sólo un nombre, será una realidad. Dar la paz, será más que un gesto, será un compromiso y un esperanza de ser sembrador de paz, de hacer las paces con quien estás encontrado.

     Hay que procurar que nuestra vida penetre en la SANTA MISA, y que la Santa Misa penetre en nuestra vida, es decir,  hay que hacer existen­cial la Santa Misa. ¿Cómo?, pues p.e
     si en las lecturas hay que escuchar , en la vida hay que escuchar (al vecino , a la familia, al profesor).
     Si en la "oración universal" se pide por todas las necesida­des, en la vida hay que interesarse por todas las necesidades. La Virgen en Caná VE las necesidades y trata de solucionarlas, ella no puede, pero pide a quien puede hacerlo.

     Si en el ofertorio, se ofrece buen pan, hemos de ser buen pan y vino en condiciones que pueda ofrecerse a Dios. Toda nuestra vida ha de ser un ofrecimiento de nosotros mismos, un estar disponibles a "echar una mano". A Dios no se le puede ofrecer un "pan duro". No podemos ir a la Santa Misa como pan duro , o como vinagre; no son aceptables ni se pueden convertir en el cuerpo o sangre del Señor.

4.   ¿Cansado de la semana? - Lo que más cansa es el pecado y el alejamiento de Dios. El rezar y encontrarse con Dios, descansa mucho, nos centra y cuando uno está centrado todo funciona. Por otro lado la Santa Misa es un tesoro tan grande que nos debería pasar como a aquel que le dieron un saco lleno de oro, le pesaba, pero... no le pesaba, lo llevaba con mucho gusto.

5.   ¿No te dice nada? -¿ No será que  tú no le dices nada a Dios, ni le llevas preguntas que hacer, ni tienes la costumbre de escuchar y por tanto aunque Dios te diga algo, tú no te enteras?; si no es nada de esto, tienes que consultar tu caso a un experto en la materia.
     También hay que tener en cuenta que cuando uno quiere aprender de todo aprende. Basta con tener interés.

6.   Salgo como he entrado...Esta es una cuestión importante y muestra el buen deseo de aprovechar el tiempo y la Santa Misa, por tanto habrá que pararse un poco en esta cuestión ¿ cómo  aprovechar la Santa Misa ?. Está claro que hemos de salir de la Santa Misa con "las cestas llenas de panes que repartir”. ¿ los demás se alegran de que vayas a Santa Misa, porque cuando vuelves sacan mucho en limpio de ti ? ¿ Qué hay de nutritivo en ti que sirva a los demás ?. Si conviertes tu vida en pan y no en una piedra, ya te comerán. Sería muy buena señal que alguien pueda decir  :" me sirve mucho que fulanito vaya a Santa Misa, siempre trae algo ", "viene niquelado".

     Para aprovechar, lleva algo
     Recuerda a aquel joven del Evangelio que llevaba cinco panes y dos peces. Jesús los multiplicó. Si a la Santa Misa no llevas nada (preguntas, peticiones, ofrecimientos...) Dios no multiplica nada y tampoco tendrás luego para repartir.

     Además de llevar algo, trata de comulgar con Jesucristo, con su manera de vivir, con sus actitudes frente al Padre, con su manera de tratar a los hombres. Eso que se nos da como gracia en el rito, hay que desarrollarlo en la vida. Entonces ¡ como cambiarán las cosas !







No hay comentarios:

Publicar un comentario