Lo que ocurrió el sábado pasado en la parroquia de San Juan Apóstol,
de esta ciudad, fue una belleza. Esta parroquia fue un marco adecuado para el testimonio y
para la manifestación de la generosidad
de dos jóvenes del carisma somasco.
Se trata de dos jóvenes de unos treinta años, de origen
asiático y que llevan tiempo en Santiago haciendo los estudios de teología. Son
Edu y Ambros.
El sábado día 24 de febrero de 2018, manifestaron públicamente sus votos de
pobreza, castidad y obediencia, en seguimiento de Cristo.
Allí estaba presente
una cualificada representación de sacerdotes somascos de toda España, con la
presencia del Prepósito general de estos religiosos, que reside en Roma. Él fue
quien presidió la Santa Misa y siguió los ritos de la emisión de los votos.
Fueron llamados y presentados. Se cantaron las letanías de
los santos por todos los presentes, mientras los jóvenes candidatos oraban acostados sobre la alfombra.
Después leyeron
su compromiso voluntario y libre, con Dios, y, aceptando de grado, el espíritu de San Jerónimo
Emiliani, su fundador.
Firmaron sobre el altar el documento leído y lavaron
los pies a unos niños recordando lo que hizo Jesús en la Última Cena y
significando la vocación de servicio a
los más necesitados, que es el carisma
de los somascos vivido, de diversas maneras, en todo el mundo.
Estos jóvenes son un don de Dios a la Iglesia y a la
sociedad y una alegría para todos. A la vez son una llamada a la generosidad de
seguir plenamente a Cristo, cada uno
según su propia y particular vocación personal.
Terminada la Misa, hubo una sesión de fotos, un aperitivo y
un buen grupode asistentes, acompañó a esta comunidad somasca, a una comida de fraternidad.
Cantó una coral universitaria y dos jóvenes, también somascos,
nos obsequiaron con un hermoso canto en inglés y en su dialecto.
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