viernes, 21 de septiembre de 2018

Un recorrido por la parroquia


Siguiendo con los recorridos callejeros de la parroquia de San Juan, fui a Montes y Casal da Horta.

Es la falda del monte Pedroso y son lugares frondosos en arboleda. Un bonito  bosque.

Por las cercanías de la carretera vimos  buenos chalets que podrían ser pazos. También alguna casa que guarda señales de grandeza, pero está en ruinas con su historia a cuestas.

No veíamos a nadie por los caminos, pero nos llamó la atención un aviso escrito a mano y con letras grandes. La foto va incluida para saboreo de los lectores.

La redacción se presta algo a confusión, pues las comas no aparecen.

Se pide que el contenedor anejo no lo usen los de fuera , sólo los vecinos a quienes no hay que tirar, sino que ellos pueden tirar las basuras. Y luego una amenaza: as silveiras teñen ollos.

Eso era lo que íbamos pensando al caminar, nosotros no vemos a nadie pero puede haber mil ojos que nos espían.

Como no veíamos a nadie y queríamos saber algo del  lugar, tocamos el timbre de una casa al azar. 

Grande fue nuestra sorpresa pues conocíamos a los dueños que nos  dieron mucha informaciones.

Después  bajamos por unos barrancos estrechos  y resbaladizos y llenos de cantos rodados. Llegamos  a una fábrica de curtidos antigua. Estaba en parte en ruinas y otra  restaurada y dedicada a clases de formación muy  variada.

Ya íbamos de retirada y saludamos a varios transeúntes.  En esos momentos el cansancio se hacía notar y fuimos a una cafetería y con unos pinchos y algo de beber,  nos repusimos un poco.

Luego cogí el autobús en donde unas jóvenes, quizá alumnas de económicas, me cedieron el  asiento. Después recé por ellas, pues fue un detalle inesperado y les quedé muy agradecido.





Aquí terminó esta mini aventura,  en que vimos una zona desconocida y poco  transitada de la parroquia.

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