Ayer pude ver ,a través de internet, un encuentro de Kiko
Argüello con más de 15.000 jóvenes en Panamá. Sucedía después de la despedida del Papa.
Esos jóvenes no proceden de la calle, son del Camino Neocatecumenal,
han tenido catequesis para adultos y tienen una formación intensa a través de
distintos medios como p.e. frecuentes
celebraciones de la Palabra, penitenciales, convivencias etc.
El ambiente era
festivo como era de esperar de gente joven y sana. Les habló Kiko del paso de Jesús en aquella hora y de
cómo seguía llamando a seguirle. Animó a que si alguno escuchaba esa llamada
que respondiera como María: Aquí está la
esclava del Señor, hágase en mí según tu Palabra.
Luego habló el P. Mario desde su experiencia personal y
remató una joven que colabora directamente en el gobierno del Camino y que estuvo 20 años en
Rusia implicada en la evangelización.
Contó entre otras cosas que su vocación
se concretó en la JMJ del Monte del Gozo en Santiago.
Como en otras ocasiones
Kiko, después de un canto y un momento de oración en silencio de todos
los presentes, animó a los chicos que se sintieran llamados al sacerdocio a que se acercaran al estrado; salieron unos
pocos corriendo y luego como un rio de jóvenes que se acercaban con alegría y
algunos claramente emocionados. En total unos 700. Yo estaba viendo un milagro.
Estos jóvenes, hablarán con sus
catequistas e irán discerniendo la
vocación. Recibieron de rodillas la bendición de un obispo que presidia, probablemente un capuchino. Verlos
es una gran esperanza y esto mismo se ha visto con Kiko en más ocasiones. Irán
a parar a uno de los 120 seminarios Redentoris
Mater que hay esparcidos por todo el
mundo. Aquí mismo en Galicia hay dos: en Ourense y en Lugo.
Luego llegó el turno a las chicas que se sintieran llamadas
a servir totalmente a la Iglesia. Se juntaron unas 550.
Ya , por último, fueron invitadas las familias a ser “familias
en misión”. Explicó Kiko que les podría
tocar cualquier parte del mundo como
China, Suecia, África o incluso Galicia en España. Aquí en Santiago hay varias familias,
enteras, colaborando en la
evangelización.
Llamaba la atención verlas ir al estrado con sus hijos, alguno
en brazos de su padre o de su madre. Es también un momento de mucha emoción y de
confianza en Dios que nunca abandona a los suyos.
No sólo es una alegría para el Camino, sino para toda la
Iglesia que agradece y se goza en la generosa disposición de todos estos
jóvenes del Camino. Gracias sean dadas a Dios, gracias, muchas gracias. Dios sigue
de cerca a su Iglesia.
Víctor M.Sánchez Lado
Párroco de San Cayetano
Nosotros somos una de estas familias que se ha levantado y llevamos aquí en Santiago tres años. Trabajamos en la Parroquia de San Cayetano y de San Juan. Tenemos a siete hijos, los últimos dos, nacidos aquí en Santiago. Lo que podemos decir es que el Señor es fiel. Nunca nos ha dejado solos y gracias a las celebraciones de la palabra y de la eucaristía del Señor nos esta haciendo ver milagros. Nuestros hijos están súper contentos y el nuestro matrimonio días tras días esta haciéndose más fuerte. Ánimo el Señor nos ama así como somos sin ninguna reserva.
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