5. ¿Hay algún libro que nos pudiera recomendar y que trate de estas
cosas ?.
Desde luego que hay muchos y
buenos. Esta es una de las materias que más ha llenado y que aún sigue llenando
las bibliotecas. Pero viniendo a vuestra pregunta, os recomendaría La Familia, encíclica de Juan
Pablo II que explica la hermosura del matrimonio y su situación hoy.
6. ¿ Y por qué la Iglesia tiene que meterse en estas cosas ?.
Porque la
Iglesia tiene la obligación de ayudar al hombre a vivir santamente el tiempo de
matrimonio y a facilitar que quien quiera salvarse pueda conseguirlo. Además,
de un matrimonio sano depende el futuro de la Iglesia y de toda la sociedad, ya
que un matrimonio corrompido daña todos los aspectos de la vida, privada y en
comunidad, de los hombres. De ahí que la Iglesia no pueda ni deba permanecer
indiferente a la suerte de los que acuden a ella para tratar del contrato
matrimonial.
7.
¿Cuál es pues, esa cuádruple misión del matrimonio
de la que nos hablaba antes ?.
a)
La formación de
una comunidad de personas.
b)
El servicio a
la vida.
c)
La
participación en el desarrollo de la sociedad.
d)
La participación
en la vida y en la misión de la Iglesia.
8.
Según usted : ¿no somos tan libres como nos
parece ?.
Efectivamente,
aunque en general todos los que se van a casar afirman rotundamente que son
libres, a mi modo de ver no lo son tanto, ya que uno es más libre cuanto más
conocimiento tiene de lo que hace. Dado que el conocimiento que tienen muchos
de los novios acerca del matrimonio es tan reductivo, deduzco que deciden con
poca libertad.
9. ¿Y por qué nos tenemos que confesar si no tenemos pecados ?.
El que no se vean los propios pecados puede ser por dos motivos:
a) porque
la conciencia está como encallecida, como anestesiada y no detecta la
existencia de los pecados.
b) porque se
desconoce lo que Dios ordena en los
mandamientos, y por tanto se lo desobedece sin uno saberlo, lo cual ya es
motivo de pecado. Se trata de una ignorancia vencible que sólo afecta a los
adultos ya que los niños carecen de una conciencia formada al completo.
En estos casos
procede hacer con humildad y con sinceridad un examen de conciencia con algún
libro que facilite las cosas. El negar las trampas que tenemos, el ocultarlas o
el cerrar los ojos a la realidad, no las perdona y permanecerán en nosotros
hasta que pidamos perdón.
10.
Entonces:
¿Tampoco es cierto que el matrimonio es estar juntos y quererse?
Sí, pero el
matrimonio es mucho más que eso, ya que dos personas pueden estar juntas y
tener hijos y no ser un matrimonio, o vivir separadas en el espacio por motivos
laborales y sí serlo ( si están casados, claro).Tampoco basta con quererse,
pues los novios se quieren y no constituyen un matrimonio. El matrimonio lo hace el consentimiento de ambas personas en ser
marido y mujer (con todo lo que ello comporta) manifestado ante testigos y ante
el sacerdote.
Hay que decir del AMOR ( lo que para muchos es el
“quererse”, el deseo, la entrega...), primero : que ha de ser cristiano,
es decir, sacrificado con obras[1] ; segundo : que es fundamental para que el
matrimonio cumpla su misión, y tercero : que hay que aprender a querer
leyendo el Evangelio y siguiendo el ejemplo de Jesús que es el modelo de
persona que siempre ha sabido querer, tanto, que dio la vida por todos
nosotros. El amor es pues un sentimiento divino y humano que nos enseña que todos somos polvo, pero polvo enamorado.
11. ¿Cuál es, según usted, la mejor preparación para el matrimonio?
Sin duda, un
cristiano irá mejor preparado cuanto mejor conozca lo que hace. Si les faltan
ideas a ambos, esa carencia actuará como un freno a las ruedas de su futuro que
les impedirá ser felices.
El sacramento
tiene unas gracias llamadas
sacramentales entre las que se encuentran por ejemplo la ayuda
a :
a)
La sinceridad
b)
La verdad
c)
La honradez con
uno mismo y con el otro
d)
La buena
disposición para educar y sacrificarse por los hijos...
Todas ellas son
necesarias para cumplir bien con la tarea propia del matrimonio y no son efectivas mientras no se está en gracia, puesto que el pecado
bloquea los derechos a las gracias sacramentales.
12. ¿Necesitamos confirmarnos ?.
Si os es
posible sí, ya que así lo señala la ley eclesiástica por serios motivos, pero
además la confirmación nos hace adultos en la fe, y los adultos son los que se
casan, no los niños. Sin embargo no es un impedimento para acceder al
matrimonio.
13. Explíquenos en pocas palabras qué es el matrimonio.
Dios es el
arquitecto que ha proyectado el matrimonio. Nos entrega el “proyecto” para
realizarlo y está en la palabra de la
Biblia y en la palabra de la Iglesia, quien interpreta auténticamente la
Palabra de Dios e ilumina los problemas nuevos que se presenten.
Los esposos son
los que han de leer ese proyecto y realizarlo. En caso de no comprender bien
algún aspecto deben consultar con el Autor para que se lo explique (invocar el
Espíritu Santo en la oración) o también consultar al sacerdote que se supone lo tiene estudiado.
Sin duda habrá
muchas cuestiones que os interesen comentar con vuestros padres o con vuestro
párroco. Seguro que les daréis una gran alegría si hacéis una lista de
preguntas y se las vais comentando una a una. Así tendréis una visión nueva,
que en la medida en que os convenza, podréis incorporar a vuestras alforjas de
sabiduría.
[1] Lo expresa magníficamente Lope de Vega en la Dama boba, escena I
“Con las obras respondiste
esas responden mejor
que no hay sin obras amor
Amor en obras consiste”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario