CAPÍTULO
II : LOS FUNDAMENTOS.
No cabe duda de
que al construir una casa, el buscar los fundamentos es una tarea poco
divertida y agradable. A muchos les entusiasma bastante más la decoración de la
casa o simplemente el habitarla, sin embargo solo al necio se le ocurre
construir una casa sin cimentación, por motivos obvios. Por tanto, esa
construcción del matrimonio debe empezar por asegurarse de los fundamentos y no
comenzar la casa por el tejado.
Hay algunos
novios que cuando van al matrimonio se imaginan una casa de campo en la que
hacen dulces trabajos de jardinería y en donde sale todo como por encanto y sin
esfuerzo; incluso se enfadan con quienes les dicen que hay dificultades y que
se encontrarán con sacrificios. A éstos, los consideran aguafiestas y cenizos y
no los quieren ni escuchar ya que casi los consideran de mal agüero. Estos, que
suelen ser sus propios padres o sus mejores amigos, terminan por mirarlos en
silencio y pensar: “ya verán lo que es bueno, el tiempo les hará ver la verdad
de la vida que ahora no quieren ver”.
Habrá que hablar, pues, de esos fundamentos y
de las posibles dificultades. Veamos:
¿Cuáles
son esos fundamentos para aquellos que quieran conocerlos ?.
No se trata
sólo de conocer los fundamentos del matrimonio, sino de ponerlos en práctica
correctamente para que la construcción sea sólida y para hacer un matrimonio
bien fundamentado y a prueba de temporales.
Estos
fundamentos son tres:
a)
la ordenación
del matrimonio a los hijos.
b)
la unidad de la
pareja.
c)
la organización
del matrimonio teniendo en cuenta que es para siempre, pase lo que pase,
empeñando el futuro desconocido. Esto es conocido en términos técnicos con el
nombre de indisolubilidad.
¿Nos
podría explicar algo más esos fundamentos ?.
En cuanto a a), hay que decir que una sociedad
mercantil es para ganar dinero, y es un fracaso si no hay ganancias. Una
sociedad deportiva se crea para fomentar y difundir un deporte determinado, y
,si no se valora ese deporte, la sociedad acaba deshaciéndose.
De la
misma manera el matrimonio es una entrega
en orden a los hijos. Si esa ordenación que da sentido al matrimonio se
pervierte, se resquebraja uno de los fundamentos, afectando a los otros dos e
incluso a la misma institución. Allí donde hay una unión entre un hombre y una
mujer de la que se excluye la ordenación de esa unión a la prole, o no hay
matrimonio o hay una corrupción del matrimonio.
Respecto a b), está claro que es una necesidad
para el bien integral de los hijos. Cuando hay crisis en un matrimonio, en
muchos casos es porque aparece una tercera persona que intenta romper esa
unidad y a veces, si no se pone remedio al principio, consigue romperla. Hay
que advertir que las causas pueden ser muchas, y a veces, simultáneas. Hubo
algunos jóvenes que, sin haber pasado por esos apuros, opinaban que la falta de
diálogo, el enfriamiento en el amor, el distanciamiento progresivo... llevaría
a buscar otras compensaciones fuera del matrimonio e incluso a la ruptura, si
no se les pone remedio a tiempo. Esta unidad afecta también a los otros
fundamentos, ya que en donde hay amor fiel hay vida, y en donde hay vida hay
amor y unidad.
En relación con c), quiere decirse que hay que casarse
con la íntima decisión de que sea para siempre. Vienen al caso aquellos versos
de Calderón de la Barca :
El amor es
infinito
si se muestra
en ser honesto
y aquel que
acaba presto
no es amor,
sino apetito.
Esto hace que
la vida matrimonial tenga una perspectiva propia y distinta del que se casa
pensando en que a la primera pelea cada uno se irá por su lado. Esta decisión
de permanecer unidos pase lo que pase,
es lo que se dice y acepta el día de la boda cuando se dice el “sí quiero”... estar a tu lado en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en
la pobreza...
En determinados
casos de muy difícil convivencia, podría darse
la separación, siguiendo casados y en la esperanza de un futuro arreglo,
pero nunca el divorcio (separación definitiva y en orden a otra unión) ya que
quitará ese fundamento y además se opone a la ley de Dios. Esto no puede ser, y
lo que no puede ser, además es imposible.
Entonces : ¿No compensa el casarse ?.
Esa misma
pregunta aparece en el Evangelio cuando Jesús aborda estos temas. El contestó que
no todos los entienden, pero así ha de ser en el Reino de Dios que El va a
instaurar, y lo que parece imposible para el hombre no lo es para Dios.
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