CAPITULO I : AQUÍ ESTAMOS ANTE EL
PARROCO : NOS QUEREMOS CASAR.
Así
comienzan muchos cuando llegan junto al párroco con intención de prepararlo
todo para el matrimonio.
La
disposición, en principio, es buena : quieren casarse por la iglesia, por
eso acuden al párroco, y tienen la idea de que van a realizar algo importante.
A partir de ahí, las situaciones pueden llegar a ser muy variadas, aunque con
ciertas coincidencias.
Cuando
unos jóvenes llegan a la parroquia
pidiendo casarse por la Iglesia suelen decir, después de los saludos de rigor,
que no quieren demasiado papeleo, ¿para qué ?. Luego, en la conversación,
cuando se les hace el expediente matrimonial, es una constante su afirmación de
que se sienten total y absolutamente
libres y que ya saben todo lo que hay que saber en estos casos. Muchos de
ellos hace años que no van a Misa (casi siempre por dejadez o comodidad y no
por razones de falta de fe), y están convencidos de que no tienen pecados,
estando solamente dispuestos a confesarse directamente con Dios (sin la
mediación del sacerdote).
Respecto
a los hijos, tienen la idea de que van a tener alguno, pero más adelante, y
desde luego, no les interesa una familia numerosa como las de sus
antepasados. Aunque también en esto hay excepciones. Están algunos, abiertos a la vida y aceptan con ilusión los planes de Dios. Esos son, los que contrarestan la sequía demográfica.
Con
relación al futuro, piensan que, si les va mal, no van a aguantar toda la vida
con alguien a quien no quieren, y por tanto, llegado el caso, se separan o se
divorcian y asunto concluido. No piensanen soluciones, que las hay.
Sus
ideas respecto al amor, en muchos casos, están bañadas de egoísmo (me gusta, me
cae bien, me realizo, me siento a gusto...), aunque eso no quiere decir que no
sean capaces de realizar grandes sacrificios por su pareja.
Aunque
dicen conocer bien los entresijos del amor, no sabrían explicar lo que es un
amor cristiano, y carecen de la “sabiduría” necesaria para comprender lo que
significa querer, puesto que nadie
se lo ha enseñado, y me atrevo a decir que, si se les preguntasen los
mandamientos o qué cosas hay que considerar en la sagrada Eucaristía, no
sabrían salir airosos.
Sus
ideas respecto a la verdad del
matrimonio son muy simples: estar juntos y quererse. De la boda parece que
sólo les interesa el adorno de la iglesia y las fotos, que la homilía sea breve,
y que se acaben pronto todos estos “rollos” que no entienden demasiado o que
quizá no intentan comprender.
No obstante, una
vez me encontré con una novia que
me dijo días antes de la boda que
durante la Misa fuera despacio que quería saborearla bien…así da gusto celebrar
una boda.
Toda
esta situación parece que exige el que se les facilite una respuesta, y que se
les aclare algunas ideas.
Gracias
a Dios, las cosas no son siempre así, y hay muchos jóvenes que tienen un gran
deseo de formarse más, y que consideran el matrimonio como un gran ideal que
quieren incorporar a sus planes de futuro, y por el que están dispuestos a
sacrificarse y a hacer lo que sea necesario para sacarlo adelante.
Intentaremos
ahora, tras esta pequeña exposición de los diferentes “problemas” e interrogantes que plantea el matrimonio,
resolver algunos de ellos:
1.
¿Por qué tenemos que hacer tanto papeleo para poder
contraer matrimonio ?.
En
principio, porque es para saber bien qué es lo que queréis. Vosotros podréis
hacer siempre lo que queráis, pero hay que aclararlo antes, para ver si eso que
pedís lo podéis encontrar en el matrimonio católico o por el contrario
tendríais que buscar otro camino.
2.
“Nosotros ya sabemos todo lo que hay que saber: no
necesitamos ir a los cursillos matrimoniales”.
De
entrada parece un poco vanidosa esa actitud, pero quizá tenga algo de verdad,
puesto que lo que se refiere a la procreación le resulta tan fácil a la
naturaleza que, efectivamente, no necesita explicaciones, y tampoco es una
especial valentía el conocerlo, pues, no sólo los pueblos más atrasados lo
entienden, sino que los mismos animales lo realizan a la perfección. Con todo,
hay que reconocer que, en el hombre, el hecho de procrear implica una decisión y una entrega personales que no están presentes en el caso animal.
Ahora hay mas interés por los cursillos que hace años. Quieren saber mas y escuchar a gente que sabe o ha estudiado y los cursillos abren nuevos horizontes que vale la pena conocer.
(continuará)
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